Queríamos hacer un dulce usando los limones cascarúos que nos envió la empresa Naranjas del Valle de Lecrín, algún dulce que llevara zumo y ralladura de limón para que fuera un bocado que ensalzara estos limones. Y para el limón, mantequilla, sin duda, y qué mejor opción que estas galletas craqueladas de limón que hemos visto en muchos sitios por la red y cuyo nombre original es lemon crinkle cookies, quizás una versión cítrica de las craqueladas de chocolate.


La receta es muy sencilla, no lleva muchos ingredientes y el resultado final es dulzón y crujiente por fuera y tierno y ácido por dentro, de verdad que tenéis que probarlas, sobre todo si os gusta el sabor a limón en la repostería.

Hay muchas recetas por la red, nosotros elegimos la versión que encontramos en el blog americano As easy as Apple Pie y que nos gustó por dos detalles. Por una parte, nos pareció un acierto el hecho de mezclar la ralladura con el azúcar, ya que de esta manera se libera en mayor medida el aroma de la ralladura mejorando el sabor a limón. Y el otro detalle que nos gustó fue que al emborrizar primero en azúcar granulado, se evita que se absorba el azúcar glas. Vamos allá.

Ingredientes para 24 galletas craqueladas, 240 g de harina de trigo, 100 g azúcar, 80 g de mantequilla, 1 huevo tamaño M, la ralladura de 1 limón, 35 ml de zumo de limón y 8 gr de levadura química, un pellizco de sal. Para decorar, azúcar glas y azúcar normal. Tiempo de preparación 1 hora y media (incluido reposos).


Lo primero que haremos será rallar la cascara del limón. Con ayuda del dorso de una cuchara o de los dedos, mezclamos la ralladura con el azúcar hasta que estén bien integrados. Exprimimos el limón y reservamos 35 ml. En el vaso de la Kitchen Aid, o en un bol, ponemos la mantequilla a temperatura ambiente y el azúcar de limón y mezclamos hasta que blanquee. Añadimos el huevo y el zumo de limón y mezclamos de nuevo. Quedará como si estuviera cortado, pero no importa. Por último, añadimos los ingredientes secos (harina, levadura y sal) y mezclamos lo justo hasta que se hayan integrado. Quedará una masa bastante pegajosa.


Envolvemos la masa en film transparente y reservamos en la nevera al menos 1 hora. Precalentamos el horno a 180º, con calor arriba y abajo. Sacamos la masa de la nevera y vamos formando bolas, nosotros las hicimos de unos 20 g de peso, que emborrizaremos primero con azúcar granulado y luego con abundante azúcar glas. Lo dispusimos en una bandeja de horno forrada de papel y separadas las bolas al menos 5 cm, la introdujimos al horno unos 12 minutos, pero esto dependerá del horno y del tamaño de las bolas. Es curioso como cuando se hornean las bolitas se expanden y craquelan.


Dejamos que templen 5 minutos en la bandeja del horno y luego las pasamos a una rejilla hasta que enfríen por completo.  Aguantan hasta una semana en un recipiente hermético a temperatura ambiente y más aún si las conservamos en la nevera. Mirad el interior, una pasada.


Carlos Dube.