Hace mucho tiempo que llevamos viendo este bizcocho por revistas y redes sociales. Jamás lo hemos probado, lo reconocemos, nunca vamos por el Starbucks, pero la idea nos gustaba, ya que se trata de un bizcocho de sabor pleno a limón, y queríamos hacerlo en casa. Los detalles cambian según la receta que veas, pero la verdad es que al final cogimos un poco de una y otro poco de otra y hemos conseguido lo que buscábamos, un bizcocho esponjoso, aromático y jugoso que es lo que se pretendía. Bien es cierto, que cometimos un pequeño error muy habitual a la hora de preparar repostería americana y fue servir la cobertura de limón con el bizcocho caliente. No, hay que hacerlo en frío.


Por lo demás es facilísimo, es el típico bizcocho contundente americano de mantequilla, vainilla, abundante azúcar y de textura compacta. Quizás espumando las claras y dándole un poco de técnica a las mezclas pudiera salir algo más liviano, pero no, es un bizcocho para disfrutarlo en pequeñas cantidades como con la impactante tarta velvet cake, la famosísima tarta carrot cake o la mítica tarta Guinness. El caso es que así, como casi todo el mundo lo hace en casa, queda delicioso.

Y como os hemos dicho la presencia del limón es total, algunas recetas añaden además un plus de aromatizante de limón industrial al bollo, nosotros no lo hicimos pese a que esto es relativamente fácil de encontrar en los hipermercados. Pero con el empapado, y el glaseado de limón, creemos que es suficiente y es sin duda el elemento diferenciador de este bizcocho ¡esperamos que os guste!


Ingredientes para un molde rectangular de 30 cm, 3 huevos medianos, 200 g de harina común, 180 g de azúcar, 1 yogur griego (125 g), 110 g de mantequilla, ralladura de 2 limones, 1 cucharada de extracto de vainilla, 16 g de polvo de hornear, 1/2 cucharadita de sal y 2 cucharadas de zumo de limón. Para el empapado o jarabe, 50 g de azúcar glas y 2 cucharadas de zumo de limón. Para el glaseado, 120 g de azúcar glas y 2 cucharadas de zumo de limón.


Bueno, la preparación es simple, usamos la Kitchen Aid. Montamos la mantequilla con el azúcar, hasta formar una crema esponjosa. Luego añadimos la ralladura de los limones, el extracto de vainilla y un huevo, mezclamos. Luego otro huevo, mezclamos, y por último el tercero, mezclamos. Reservamos.


Sobre la mezcla 'húmeda' reservada, echamos la parte del zumo de limón del bollo y el yogur, mezclamos. Aparte tamizaremos la harina junto con el polvo de hornear y la sal en un recipiente. Ya solo queda integrar ambas mezclas. Para ello añadiremos los ingredientes secos en tres partes y los líquidos en dos, alternándolos, empezando y acabando por los secos, lo haremos con ayuda de una lengua de cocina y con movimientos envolventes. Cuando tengamos la mezcla hecha, la depositamos en un molde forrado de papel de horno.


Horneamos 45 minutos a 160 grados, placa arriba y abajo. Cuando lo saquemos del horno, y aún caliente, echaremos el jarabe que habremos preparado mezclando 50 g de azúcar glas y 2 cucharadas de zumo de limón y disolviendo gracias a un poco de microondas. Distribuimos por toda la superficie que previamente habremos pinchado con un palillo para que penetre.


Una vez hecho esto, dejamos enfriar el bollo y hacemos la glasa. Mezclamos bien 120 g de azúcar glas y 2 cucharadas de zumo de limón hasta conseguir una crema blanquecina que echaremos sobre el bollo de forma equitativa.


Listo para comer, ¡qué rico!


Carlos Dube.