Este año os estamos mostrando algunas recetas sencillas para estas fiestas de Navidad que no teníamos publicadas. Hoy toca una receta de lo más tradicional, una que se hace en muchas casas y que en los 80 preparaba mi madre como primer plato. No la volvió a hacer porque la acabó sustituyendo por otras recetas y, como siempre pasa, la cocinera manda. Esta sopa es dulce y se toma como entrante o como postre, como deseéis. Tradicionalmente se ha tomado caliente y con picatostes de pan frito, sin que fuera un plato de celebración, pero también se suele tomar como postre y frío. Nosotros os la hemos traído como postre porque creímos que es una buena idea para finalizar un menú y como previo a la degustación de los dulces navideños. Y es que este plato toma especial importancia en la Navidad porque la almendra es uno de los ingredientes protagonistas de estas fechas, de hecho esta sopa de almendras dulce recuerda mucho al mazapán.


Yo lo que recuerdo es que en caliente era una sopa muy diferente al resto, de textura terrosa (por la presencia de la almendra) pero muy gustosa al paladar. Llenaba bastante, así que lo mejor es que sirváis poca cantidad, aunque hemos visto versiones muy livianas. Por lo demás nos encontramos ante una receta muy sencilla que os puede solucionar uno de los platos de vuestra mesa navideña sin apenas esfuerzo, o si lo hacéis en caliente, un entrante diferente pero a su vez muy tradicional que en algunas localidades catalanas le llaman menjar blanc aunque originariamente este plato llevara carne.


Vamos con la receta para 3-4 vasos de sopa de almendras dulce, 125 g de almendra cruda, 500 ml de leche fresca, 80 g de azúcar blanca, 1 rama de canela y 1/2 cucharada de harina de maíz. Para decorar pan frito, almendra en trocitos, menta...


Tan fácil como disolver la harina en un poco de leche fría y reservar.


El resto de leche la calentamos al fuego con la canela hasta que hierva suavemente. Una vez haya hervido apagaremos y dejaremos infusionar.


Vamos moliendo la almendra.


Molida.


Una vez la leche haya templado, quitamos la canela y añadimos la almendra.


Mezclamos de nuevo al fuego hasta que caliente, no hace falta que hierva.


Aquí lista.


Batimos.


Y echamos la harina y leche reservadas.


Llevamos ahora sí a ebullición.


Y pasamos por un chino.


Dejamos enfriar complemente.


Y servimos en los vasos, lo mejor es servir poca cantidad. Los metemos en la nevera mínimo 6 horas.


Picamos almendras.


Las tostamos con un mínimo de aceite, ideal el uso de los aceites de spray.


Aquí torrradas y puestas sobre papel de cocina.


Justo antes de servir, las echamos.


Decoramos con una hoja de menta y a disfrutar.


¡Feliz viernes!

Salud.