Todavía recuerdo aquellos polos de limón y naranja de cuando era niño, esos que costaban 15 pesetas y que consumíamos casi a diario en los largos meses de verano. Eran refrescantes y con mucho sabor, y había una gran aceptación por parte de aquellos niños que disfrutábamos tanto en la calle y merodeando alrededor del puesto de chucherías. Somos la generación de los 70.


Y de aquellos polos de hielo recuerdo como si fuera ayer los de la marca Camy, para mí los mejores. Era el que tenía el polo de limón más ácido y el de naranja más natural. Luego vinieron otros como los de Avidesa, o el Popeye de Frigo y los de fresa, como el Frigo-Dedo. El que me gustaba menos era el de cola de alguna marca como Miko, qué curioso, con lo que me gusta este sabor siempre me he preguntado por qué sería eso.


Pues bien, hoy os traemos unos polos ideales para mayores y niños, con fruta natural, sin conservantes ni colorantes, refrescantes y suaves. De hecho los hicimos porque queríamos que Jorge los probara, aunque parece que habrá que esperar, debe de ser que aún está muy frío para él porque puso caras raras. Los moldes los encontráis en muchos sitios, estos son los archiconocidos de Ikea.

Vamos pues con esta sencilla receta. Para 6 polos, mitad de de limón y mitad de naranja, necesitaremos 3 limones, 1 naranja grande, azúcar y agua.


Las proporciones son muy sencillas, misma cantidad de zumo que de almíbar, y para el almíbar mitad azúcar y mitad agua, ¿fácil verdad? Aunque si os gustan poco dulces, podéis hacer una proporción de un 20% menor de azúcar, es decir por cada 100 g de agua usad 80 g de azúcar. Para estos moldes usamos 125 g de azúcar y 125 g de agua.


El almíbar se cuece 3 minutos a fuego suave y se apaga, muy fácil.


Para potenciar el sabor, y algo el color, dispusimos de unas mondas de naranja y limón en cada recipiente donde íbamos a echar el almíbar. Si queréis más color podéis rallar 1 limón y media naranja y echarlo, luego habrá que colarlo.


Aquí dejamos templar. Esta sencilla técnica la hemos aprendido de Raúl, de El Oso con Botas.


Una vez enfriado vamos exprimiendo el zumo de limón y de naranja...


Y colándolo, aunque de limón exprimir 25 ml más. Para el polo de naranja echaremos 100 ml de naranja y 25 ml de limón, el añadido de limón es importante para contrarrestar el dulzor del almíbar y el zumo de esta fruta. Aquí ya mezclado el de naranja, remover bien ambos jarabes.


Llenamos las poleras hasta arriba...


Ponemos sus tapas y al congelador.


Las tuvimos congelando todo un día, aunque creemos que con 6 horas basta.


Aquí el resultado...


Si os gusta el de limón más ácido sólo tenéis que bajar la cantidad de almíbar y subir la de zumo.

Salud y feliz final de semana.