Ya sabéis que las recetas de Begoña no pasan en casa desapercibidas. Teníamos muchas ganas de probar estas cazuelitas de San Rafael, un plato con el que se reencontró desde hace ya muchos años y que descubrió gracias a la Marquesa de Parabere. A nosotros nos encantaron los ingredientes, y la originalidad del mismo, bien es cierto que al final en vez de cazuelitas, hicimos cazuelas, pero vamos, el resultado es el mismo y las impresiones fueron las esperadas, un platazo sabrosísimo para repetir.


Lo bueno es que la receta es muy sencilla, se compone de dos partes, la primera consiste en preparar el arroz y la salsa americana en la vitrocerámica y la otra, en encender el horno para gratinar ¡muy fácil! Además se puede preparar el plato con antelación y dejar el gratinado para justo el momento de servir.

Vamos con estas cassolettes de San Rafael. Para 3-4 personas necesitaremos 350 g de arroz bomba, 18 langostinos crudos, 1 zanahoria, 1 cebolla, 1-2 dientes de ajo, 1 cucharada de tomate concentrado, 1 ramillete de especias frescas (romero, orégano, tomillo, perejil), 100 ml de nata para cocinar, queso parmesano (falta en la foto), 1 cucharada rasa de harina (falta en la foto), 1 cdta de chile, un poco nuez moscada, pimienta, 100 ml de brandy, 100 ml de vino blanco, 100 gr de mantequilla, agua y sal.


Vamos con la salsa, mitad americana, mitad aurora.  Picamos en brunoise la cebolla, el ajo y la zanahoria pelada.


Soasamos las verduras con una cucharada de la mantequilla y sal.


Vamos lavando los langostinos y reservamos.


Mientras pochamos la verdura, vamos cociendo el arroz aparte, sólo con una nuez de mantequilla o aceite, agua y sal. Ya sabéis que en la olla rápida se hace enseguida, mirar cómo preparar arroz blanco en olla rápida.


Hacemos el atillo de hierbas y reservamos.


Una vez la verdura esté pochada, echaremos los langostinos enteros y subiremos el fuego a tope.


Echamos el brandy y calentamos.


Lo separamos del fuego y flambeamos, ya sabéis, hasta que la llama se apague sola y con el extractor de humos apagado.

Salpimentamos y añadimos el vino y el atillo. Subimos de nuevo el fuego.


Dejamos unos minutos para que evapore el alcohol y cubrimos de agua.


Cuando hierva sacamos los langostinos y los dejamos templar. No conviene que cuezan demasiado.


Dejamos cocer a fuego suave mientras pelamos los langostinos y echamos sus cabezas a la cazuela.


Es ahora cuando echamos el tomate concentrado, la nata, el chile y la nuez moscada.


Por otra parte derretiremos otra cucharada de mantequilla en el microondas, la mezclamos con la harina y la echamos también a la cazuela.


Dejamos cocer a fuego suave unos 10 minutos.


Pasado ese tiempo, sacaremos el atillo y le pegaremos un par de golpes de batidora a la salsa, no hace falta batir más. Pasamos la misma por el chino estrujando bien el contenido. La llevamos de nuevo a hervir en la cazuela hasta que espese, removiendo para que no se pegue.


Esta es la salsa, debe de quedar ligeramente espesa.


Aquí el arroz ya cocido.


Ya sólo queda preparar las cazuelitas. Si habéis hecho estos pasos previos con antelación, es conveniente dar un calentón en el microondas al arroz y la salsa, si calentamos todo junto en el horno, se sobrecocerían los langostinos. Rallamos el queso.

Llenamos las cazuelitas con el arroz, lógicamente si tenéis cazuelitas más pequñas, os saldrán más.


Derretimos la mantequilla que nos queda y empezaremos a montarlas.


Colocamos los langostinos encima del arroz y cubrimos con 6-7 cucharadas de salsa.


Cubrimos de queso rallado.


Y echamos una gotas de la mantequilla fundida.


Gratinamos en el horno sin calor, sólo grill, y hasta que hayan dorado. Espolvoreamos opcionalmente de perejil.


Listas. Ideal una ensalada como acompañamiento.


Salud y feliz fin de semana.