Cuando algo es realmente original y novedoso por estos lares no puede pasar desapercibido. Y aunque todo el glamour pueda acabar cuando uno sepa que quién lo trae a España es una de las multinacionales de muebles y decoración más populares por el público general, ya os adelantamos que es un productazo. Se trata de una mermelada de moras árticas y el sitio al que hacíamos referencia es Ikea. Muchos conocéis la tienda de alimentación anexa a su tienda, allí siempre han llegado cosas que han dado de qué hablar, sólo hay que hacer memoria. Ya en su momento fue muy popular su plancha de salmón noruego, cuando por el año 97 la oferta de buenas planchas de salmón en los supermercados era bastante escasa, siempre estaba la opción al corte. O cuando llegó la cebolla frita o Rostad Lök a nuestras vidas, ese producto que sin esperarlo ni necesitarlo, se integró en casi todo los hogares españoles a principios de este nuevo siglo. Y también, afinando un poco la memoria, destacamos su mostaza Druvan, ideal para los 'guarreos' de los domingos por su textura refinada y sabor dulce y suave, de hecho hasta le dedicamos un post hace ya 9 años ¡qué tiempos!


Pues desde hace unos cuatro años, que sepamos, también traen esta mermelada de moras árticas o camemoros (rubus chamaemorus), también conocidas como  frambuesas amarillas, moras de pantano, moras boreales, o en finlandés, lakka, hilla, valokki o suomuurain, o en inglés, cloudberries, que de estas traducciones es de donde más información podréis sacar por la red. Es un fruto totalmente inédito por aquí, muy conocido en los países nórdicos (Laponia) aunque también se ve en Alaska, Canadá, zona norte de Irlanda o Rusia. Por aquí no puede darse porque en nuestro clima moriría ya que necesita frío extremo para crecer, mucha humedad y muy poca salinidad en el suelo. Es más, la planta es de las pocas del mundo que aguantan temperaturas de 40 grados bajo cero y dan frutos comestibles, aunque estos picos no es lo que más les conviene.


Estas plantas crecen en los humedales de los pantanos y sendas forestales aledañas. La recolección del fruto se da en los meses más cálidos hasta el otoño, siendo su floración cercana a junio que es cuando las fuertes heladas nocturnas empiezan a desaparecer. Los frutos son muy preciados por los escandinavos porque contienen un alto porcentaje de vitamina C y E, algo que aprecian y necesitan, y bueno, por supuesto un buen sabor. Con ellas se hacen mermeladas, licores, postres y zumos, y es un producto muy especial simplemente por la forma y color de sus frutos.


Pues es Ikea es quien nos da la oportunidad de probarlas en forma de mermelada, la cuál la venden sólo durante unos meses al año. De hecho el año pasado pensamos que había desaparecido, y es que preguntando nos decían que cuando se agotaba tras la temporada, no recibían más hasta la siguiente y justo coincidía que no la tenían.

Los ingredientes de la mermelada son los que veis. Veréis que la proporción de fruta es escasa (45%) pero es lo que hay, no es un producto hecho sólo con fruta y azúcar, no importa, pero que sepamos ésta es la única mermelada que hay por aquí con estas bayas y encima está muy buena.


Su sabor es dulce (nada ácido), con textura y matices originales, no comparable a nada que se hayamos probado.


Y sobre la textura, comentar que es muy agradable, tersa, delicada aunque hay que decir que se notan las semillas de los frutos, para que todos nos hagamos una idea es algo parecido a lo que pasa con los chumbos, con la granada 'diente de perro' o, en menor medida, con los arándanos, pero en tostada estas semillas realmente no se aprecian demasiado y queda en algo anecdótico. De verdad que sólo por lo excéntrico del asunto, merece la pena probarla.



Su precio puede chocar un poco, ya que creemos que es la mermelada más cara que hemos comprado jamás 8€ los 425gr. Suponemos que su precio viene dado porque son realmente silvestres, de hecho en Ikea dicen "La mora boreal es una rareza y comerla, un privilegio, sobre todo en aquellos años en que el frío las hace aún más escasas. Y el meticuloso proceso de recogida en terrenos complicados encarece mucho su precio. Antiguamente, se decía que la mora boreal curaba todo tipo de enfermedades. Actualmente, sabemos que no es así, pero los suecos siguen disfrutando igual de ella. La toman sobre todo como mermelada, pero también en forma de licor, que proporciona un sabor casi místico de los bosques". No estamos seguros de que la razón sea esa, pero no dejéis pasar la oportunidad de probarla antes de un día alguien decida retirarla de su venta, como pensamos que podía haber ocurrido hace un par de años.

Salud y feliz semana.