También tenemos que destacar sin duda la atención en mesa y la gran disposición y rapidez de su personal para que no faltara nunca de nada. El local es pequeño y con la gran cantidad de camareros que vimos, estamos seguro que quieren cuidar al máximo este detalle y eso para nosotros es un pro muy importante.
Tras sugerir un par de marcas un tanto al azar, nos recomendaron no complicarnos y elegir esta manzanilla 'en rama' de la conocida marca La Gitana, sobre todo por su reciente adquisición por parte del restaurante y su gran frescura. La verdad es que no entendemos de manzanillas, pero hay que reconocer que pese a que se trataba de un vino bastante conocido, el trago era afrutadísimo con intensos aromas a maderas y tostados, y con un color dorado característico que encandilaba desde la copa. Sin duda una buena recomendación.
Pedimos platos a la carta, y al centro pedimos tres, el primero un salmorejo de pimientos asados con melva canutera. Excepcional el contraste, desde nuestro pasado viaje a Sevilla nos hemos convertido en fans de la melva en aceite.
Unos de los platos estrella de la comida fueron estas tortillitas de camarones. Ni cuando estuvimos por Cádiz las comimos tan buenas, posiblemente no elegiríamos entonces bien los sitios, pero éstas estaban a otro nivel. Crujientes, nada grasientas, con mucho sabor y un camarón de calidad, como tiene que ser. Un antes y un después.
Por último un arroz marinero con ventresca y gambas colorás que estaba muy correcto.
Mención especial un pan de aceituna manzanilla que pusieron (entre otros), perdonad pero no tenemos foto de todas formas lo vamos a hacer en casa, y un aceite de arbequina almeriense Almazara de Canjáyar que no conocíamos y que también triunfó.
En cuanto a los segundos platos, un comensal pidió el tartar de atún con aliño de salpicón gaditano. No tuve la ocasión de probarlo pero nos comentó que estaba exquisito.
Otro plato fueron los chipirones en veranillo de pimientos y tinta. Tiernísimos y finos, algo increíble. Para quién no lo sepa el veranillo es un sofrito de tomate, pimiento, ajo, cebolla y laurel. En este caso el chef le añade su tinta. Absolutamente recomendables.
Otro plato excelente, se trataba del Atún rojo encebollado con pimienta y manzanilla. Un delicado bocado de verduras y atún, con la justa cocción que se tiene que aplicar a este pescado, marcado por fuera y poco hecho por dentro, y un delicado sabor superficial a la manzanilla tan típica de esta zona. Una combinación muy bien ejecutada.
Mi plato fue el bonito del sur entomatado con tomates de huerta soleados. Pese a que la salsa estaba rica, y el bonito bastante jugoso para ser de otra raza al del norte, el nombre inspiraba otra presentación. La preparación me pareció menos especial, fue un guiso casero rico pero que no sorprende tanto. Los trozos redondeados que veis en la salsa eran ñoquis, un acierto si es así, pero no estamos seguros.
Por último y tras la comida los postres, la verdad es que este servicio también sorprende por su calidad. Para empezar pedimos un helado artesano de dos bolas a elegir, excelente.
La famosa Copa Dalky de chocolate y nata, aunque la pedimos sin nata porque a un comensal no le gustaba. Vosotros pedirla con nata, en esa combinación está su gracia, aunque la mousse de chocolate era excelente. Para mí el mejor.
Lola pidió la Tarta fina de manzana, vainilla y nueves de Pecán, sin duda el típico postre que es su debilidad. Estaba exquisita.
El último postre que elegimos fueron los Piononos borrachos de moscatel y sorbete e maracuyá. Buena combinación aunque poco sorprendente para el que los ha comido muchísimo como yo :). Son exactamente iguales que los de la famosa Casa Isla ¿Serán de allí?
Con los cafés unas mini trufas muy ricas.
Salimos por unos 40€. Un precio muy ajustado para la gran calidad y presentación de los platos. Os vamos a recomendar sin duda ir a conocer este sitio, un pequeño oasis de cocina andaluza dentro de la capital que siempre conviene tener cerca para los que conocemos y amamos esta gastronomía. Sin duda tenemos que repetir para probar mucho mas platos.
Salud y feliz fin de semana.
Tengo muchísimas ganas de ir, he estado a punto un par de veces y se me fastidió a última hora. Lo de la cata con finos, manzanillas, etc... es una asignatura pendiente de la gastronomía española, otro de esos productos únicos en el mundo y que vendemos muy mal, ¡a nosotros mismos!, ¡ay!, si no fuera por los ingleses creo que en Jerez ya no se haría vino, o al menos como se ha hecho siempre.
ResponderEliminarPD: ¡Como te gustan los tomates!, jejeje.
Un placer para los sentidos! Las imágenes y las palabras han sido un menú muy placentero! Tendré que venir a Madrid ha perderme por estos lares!!
ResponderEliminarMargarita
Buena representación de platos y manzanillas. El que dispongan de esa oferta de manzanillas en rama es de agradecer.
ResponderEliminarUn abrazo
La comida, riquísima; el trato del dueño a los camareros, VERGONZOSA!
ResponderEliminarIré a conocerlo sin duda!
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