Carlos Carvajal fundador de Salsas y especias Sierra Nevada nos ha enviado recientemente sus últimas salsas picantes para que las probáramos. La variedad es muy interesante, una de ellas es dulce, otra de ellas es agridulce y muy picante y la otra ¡infernal! Pues nos han gustado mucho. Ya os contamos en el aquel post Especias y salsas Sierra Nevada que Carlos es un americano afincado en Cenes de la Vega (Granada) el cuál lleva ya un tiempo elaborando salsas y especias artesanas con intención de integrarlas en el complejo mercado de las salsas comerciales de nuestro país. Es una tarea complicada, pero tiempo al tiempo porque el potencial es grande, por ahora sólo se pueden adquirir en tiendas gourmet de la provincia de Granada y en su renovada tienda online.


Ya os habréis dado cuenta que en los stands de salsas y especias de nuestro país hay marcas y tipos para dar y tomar, pero que hayan cuajado en los hogares sólo se nos ocurre la terna de mayonesa, mostaza y ketchup. Pero Carlos juega con una baza importante, las salsas picantes y éstas son diferentes, sabores e ingredientes naturales, no hay más que ver lo que contiene cada envase, sin duda estás adquiriendo un producto de una calidad sin competencia. Y no digamos su sabor, tenéis que probarlas.

Pues vamos con ellas, la primera de estas salsas nuevas es la que os comentábamos que era dulce. Esto es debido a que en su interior lleva piña y un extra de azúcar integral, luego los aderezos el chipotle (picante suave), cebolla, ajo, zumo de limón y sal. La salsa está buenísima, ideal para tomar tal cuál con arroces, como aderezo original para algunas guisos (por ejemplo) de cerdo, incluso cordero, verduras a la parrilla etc. Nos comenta además que es la favorita de su hijo pequeño, y sinceramente no es para menos, es muy sabrosa, de picor suave con un toque ligeramente ahumado, muy apta para todo los paladares.


La segunda salsa es más picante que la primera, una salsa compuesta por chile habanero, mostaza, miel, vinagre y azúcar integral. Es ligeramente agridulce, de color menos rojizo, ideal para tomar simplemente con unas carnes a la BBQ, hamburguesas, sandwiches, estofados.. pero si sois unos devotos del picante, sola está para tomársela ¡a cucharadas! Quizás sea una de las salsas donde se nota especialmente la naturalidad de los productos que elabora Carlos. Tenéis que probarla.


La tercera salsa es también bastante picante, similar a la segunda pero que claro, al eliminar ese matiz dulce en boca parece que es más fuerte. Lleva habanero, zanahoria, vinagre, cebolla, zumo de limón, ajo y sal, la verdad es que de nuevo la vemos ideal para aderezar guisos, en este caso tradicionales, salsas bravas originales, chile con carne, pizzas salvajes, el toque picante al ceviche, pastas infernales. Y es que antiguamente Carlos la llamaba del 'infierno' y caray, la verdad es que se aproxima.


Para concluir, deciros que siendo absolutamente imparciales con el trabajo de este hombre, nos encantan las salsas que está produciendo en nuestro país. No aporta a los platos sabores artificiales, ni sabores desequilibrados y son ideales como fondo de despensa (una la tengo siempre en el trabajo). Además tenemos que puntualizar que ahora que Carlos por fin ha logrado alcanzar la madurez de su proyecto, tiene por fin unos precios mucho más competitivos, no podéis dejarlas escapar viváis donde viváis.

Y ahora una opinión absolutamente parcial :), su producción ahora se ha instalado en el polígono industrial de Taramay (Almuñécar), no hace falta deciros entonces nada más... ¡que ya estáis tardando en comprar!

Cambiando de tercio, llevábamos viendo en los supermercados y desde hace unos cuantos meses, los nuevos ketchup Heinz Culinair. Se trata de unas nuevas salsas tipo ketchup con nuevos aires mediterráneos, más rústicas (especias visibles), con matices más rebuscados y a un precio bastante aceptable, menos de 2€ cada bote. Hemos probado las dos y bueno, las expectativas quizás eran demasiado altas, la salsa que a priori nos parecía más interesante, la salsa ketchup Heinz Culinair al ajo tostado, tomillo y miel (la etiqueta roja), nos pareció algo pesada al paladar, quizás mejor la de vinagre balsámico, albahaca y orégano (verde), una salsa de tomate más suave y versátil. No fueron lo que creíamos que eran, pero os vamos contando.


Antes de nada os advertimos que ambas propuestas no se parecen al famoso ketchup normal de la misma casa, los que seáis auténticos adictos al ketchup Heinz clásico, que os conocemos y no sois pocos, vais a a preferir siempre el ketchup de siempre por ser sencillamente otra salsa diferente. Y entonces os preguntaréis ¿que nos aporta entonces un ketchup que tanto dista de uno de los ketchup comerciales más vendidos del mundo? pues la verdad es que eso nos preguntamos nosotros mismos. Se nos antoja quizás una salsa ketchup más para trajinar con ellas y no tanto para tomar tal cuál.

Nos explicamos, la vemos correcta para pintar unas costillas o carnes y meterlas al horno, o para profundizar el sabor de un sofrito express, o como cobertura (siempre en caliente) de una hamburguesa o emparedado. Pero es que saben tan dulces y tan concentradas que para tomarlas como acompañamiento en frío de unas patatas, o una salchicha cocida, nos parecen muy densas y poco apetecibles. En ciertos momentos nos recuerda a los clásicas salsas de tomate concentrado, esto no nos lo esperábamos.


Con respecto a los ingredientes de ambas salsas, no están mal, el Culinair rojo lleva salsa de tomate, azúcar, vinagre, miel, sal, hierbas extracto de ajo tostado, tomillo, hierbas y especias... y los ingredientes del Culinair verde, son de base muy parecidos pero con otras especias. 


Y bueno, así a bote pronto a esta última salsa le vemos una aplicación bastante interesante, y por su mezcla de especias darle un toque diferente a alguna salsa rosa, pero sería cuestión de probar.


Y sinceramente no sabemos recomendaros más combinaciones con las mismas. Las hemos probado sólo en unas hamburguesas y con unas simples patatas fritas, pero poco más. No son malas salsas, no podemos decir lo contrario, pero nos está costando bastante introducirlas en nuestro día a día. Quizás habría que preguntarle al fabricante si era necesario haberlas apodado 'ketchup', a lo mejor distanciándonos de esta relación tan peligrosa, máxime siendo la marca que es, abriríamos más la mente. Desde luego no compite con todas las aplicaciones habituales del ketchup.

Creemos por último que Heinz debería de aconsejarnos donde utilizarlas con cierto criterio, de hecho parece que está recopilando en su web algunas recetas. Este quizás sea el camino.

Salud.