Ya van apeteciendo cuchareo ¿verdad? pues hoy vamos con una novedad en nuestro repertorio, las papas con moscas. Qué gracia nos hizo el nombre de este plato 100% gaditano y que vimos en la estupenda revista digital de Pepe Monforte sobre Cádiz y su gastronomía, Cosas de Comé. La verdad es que el nombre se las trae pero es cierto que las inflorescencias del orégano una vez cocidas y servidas en el plato de lejos parecían a moscas caídas al plato. Gracioso y ocurrente, adjetivos que definen las costumbres y gentes de esta bellísima tierra llamada Cádiz.


Se trata de un plato de la cocina más tradicional de Conil de la Frontera y esta versión es la que ofician en el restaurante Blanco y Verde en el propio Conil. Estos guisos sencillos definen la 'cocina del hambre' y la gastronomía tradicional de nuestro país, hechos con lo que se pillara, en este caso orégano de campo, y que se remontan a los años de la posguerra cuando todo entraba en el puchero, sin que ello significara que el plato fuera un despropósito. Eran platos llenos de sabores y matices los cuáles exprimían al máximo los pocos ingredientes a los que uno tenía acceso. El orégano de campo nos lo trajo un amigo de su pueblo, si no podéis conseguirlo podéis usar orégano comercial aunque ya os adelantamos que el olor no es tan fragante y el efecto 'mosca' en el plato pasa a un segundo plano :). Por lo demás quedaría igual.


El plato nos recordó aquel gazpacho de poleo extremeño que utilizaba poleo de campo para dar gusto a unos gazpachos de pan fabulosos. Este plato cambia el concepto de plato frío a plato caliente, aunque por el uso de las hortalizas y del orégano de campo, sin duda es un plato de temporada. Si las patatas son buenas (que no fue nuestro caso), el plato es una exquisitez como pocas. Veréis que el caldo quedó algo clarucho, bueno, por mucho que crujimos las patatas y las cocimos al chup chup para que soltaran todo su almidón o que deshiciésemos un par de trozos en un vaso en los últimos minutos, no pudimos engordar el caldo. Lo que tenéis que hacer si os ocurre lo mismo con vuestras patatas es deshacer más pedazos, creemos que así se solucionará y el plato va a quedar más bonito y presentable.

Vamos con estas papas con moscas para 2 personas, 1 patata hermosa, 2 ramas de orégano seco, 1/2 litro de caldo de verduras o pollo (en la receta original usan agua), 1/2 pimiento rojo, 1 pimiento italiano pequeño, 1/2 cebolleta, 2-3 dientes de ajo, 2 tomates maduros, sal, pimienta negra y aceite de oliva virgen extra.


Las hortalizas troceadas groseramente y los ajos en láminas, y menos el tomate, las rehogamos tranquilamente en una cazuela sobre un fondo de aceite.


Cuando hayan rehogado unos minutos añadiremos el tomate en cuartos pelado o sin pelar.


Transcurridos unos minutos las patatas, las cuales cortaremos de forma escachada y en trozos grandes.


Echaremos caldo hasta que cubra, subiremos el fuego hasta que hierva y lo volveremos a bajar para que cueza despacio. Echaremos algo de sal y pimienta. Lo tendremos una media hora. Las hojitas de orégano que veis flotando son los restos de hojitas de orégano de la mesa ¡no se tira nada!


Cuando hayan cocido, unos 25 minutos, probaremos de nuevo de sal, y veremos si el caldo ha cogido cuerpo. Si no es así lo dicho lineas arriba, a deshacer unos trocitos de patata en un vaso, y luego rebañamos con caldo.


Y ahora echaremos las ramas de orégano para que cuezan unos 5-10 minutos, echar algunas inflorescencias sin la ramita para conseguir el efecto de las moscas.


Listo.


Se toman solo las patatas con un poco de caldo. ¿Dónde estarán aquellas patatas harinosas de antaño?


Salud y feliz semana.