Después de aquel viejo post que os publicamos sobre nuestra Selección de productos con sabor bajos en calorías, hubo comentaristas que nos dijeron sus preferencias y uno de ellos Angus, nos sugirió que probáramos el Ketchup Heinz light porque no era capaz de diferenciarlo del normal y efectivamente tenía menos azúcar. Y voilá, lo hemos comprado en repetidas ocasiones y efectivamente es a nuestro juicio uno de productos bajos en azúcares o calorías más conseguidos del mercado. Os garantizamos que es calcado al original, ya sabéis que para nosotros es el mejor ketchup comercial del mercado, pero ahora trae menos azúcares que en calorías es un 30% menos. Creo que tras esto uno se lo replantea la compra del normal porque aunque tomemos poco ketchup y el 'light' sea sensiblemente mas caro, la verdad es que merece la pena.


Estamos hablando de 77 calorías los 100gr, teniendo en cuenta que el ketchup Heinz normal tiene 103 calorías los 100gr, no está mal rebajar un poco Pero lo que más nos ha llamado la atención insistimos es que su sabor es exactamente igual al normal, y además la versión normal usa 132gr de tomates para producir 100gr, y la baja en azúcares 142gr de tomates, esto también hay que tenerlo en cuenta.

Ya sabéis que el ketchup no es una salsa muy perjudicial para la salud entre otras cosas porque este tipo de marcas no tiene conservantes, colorantes, aromas artificiales o grasas (0,1gr/100gr) pero sí en cambio un alto contenido en azúcares y esto lo hace más ideal si se usa frecuentemente. Por si no lo sabéis el ketchup se recomienda tomar en casos muy especiales por su gran aceptación y su alto contenido en licopenos, flavonoides y sales minerales. Dicen además que esta marca de tomate procesado desde que se recoge hasta que se procesa pasa por 75 controles de calidad, no sé si será del todo verdad, pero a su éxito nos remitimos.


Heinz ha sido nuestra marca favorita de ketchup desde que la comprábamos en los 80 en el único sitio de Madrid donde se vendía, El Corte Inglés. Lo podías probar eso sí en algunos locales como aquel Grand Rock de Concha Espina o en Alfredo's Barbacoa, Y una curiosidad ¿sabíais que lo primero que esta empresa comercializó no fue el ketchup (1876) sino siete años años antes embotaba rábano rallado picante según una receta de la madre del fundador?


Heinz ibérica se constituyó en España en el año 2000 al comprar ésta Orlando y crear la fábrica en Alfaro (La Rioja). La bajada de precios recordamos que fue considerable porque antaño comprar una botella de cristal de ketchup Heinz era bastante mas cara que ahora.


En otro orden de cosas vamos a comentaros algo de los cereales Weetabix, aquellos cereales que por motivos obvios no teníamos por casa el día que os mostramos las tropas de cereales que solemos tener al uso (mirar aquí). Los bloques de cereales Weetabix 'regular', es decir, los de sin chocolate me los descubrió mi hermano hace más de 17 años cuando él tenía que aportar fibra a su dieta y los tomaba por la mañana. Sólo se podían conseguir también en El Corte Inglés, y era curioso que estas barras formaran una pasta tan agradable al tomarse con leche fría.


Esta marca de cereales pese a distribuirse ya en todos los centros comerciales, sigue siendo aún poco conocida en España y sin embargo es una institución en muchas partes del mundo. Hemos leído que se fabrica en UK desde 1932, aunque la idea procede de los cereales nueva zelandeses llamados Weet-Bix, desarrollados en 1920 por un tal Bennison Osborne desde su compañía Grain Products, la historia viene de lejos.

Este señor desarrolló una versión más ligera de unos conocidos bloques de cereales llamados Granose que se distribuían localmente desde 1900 en Nueva Zelanda pero que eran más pequeños, pesados y azucarados. Con su nueva versión, creemos que igual que la actual, obtuvo con los años un éxito absoluto en todo el país. Fue tal el éxito del negocio que al final Bennison sucumbió a las ofertas y vendió los derechos en 1928 a la conocida empresa australiana Sanitarium Health Food Company. El éxito de estos cereales fue tal que llegaron a Ciudad del Cabo y de allí dos empresarios sudafricanos llamados Benn y Mac quisieron exportar la idea a UK a través de British & African Cereal Company Pty. Ltd. Como os hemos comentado ya, en 1932 entra en el mercado inglés pasando a llamarse WeetaBix, abriendo fábrica justo en el corazón de la campiña inglesa, concretamente en la localidad de Kettering en Northamptonshire, terreno elegido entre decenas de sitios. Poco a poco fueron exportando el producto hasta que en los años 60 cruzaron el charco hacia EEUU y Canadá. Weetabix hoy por hoy es muy conocido y valorado en el Reino Unido y dentro de la gama de cereales de que existen a la venta es considerado un cereal premium.


A mí me encantan para el desayuno, tienen trocitos de chocolate negro, son muy digestivas y os podréis imaginar los beneficios para el intestino. Su precio es de 2'30€ aproximadamente y tenéis para 5-6 desayunos si tomáis 2 barritas por día. Es algo más caro que otros cereales de similares características pero merece la pena. Nos recuerdan en parte a los super conocidos Allbran choco, aunque caladitos poseen una textura más sedosa que estos último, siendo los Weetabix estupendos.


Aquí tomados con helado de nata y leche.



Por último, os contamos que probamos hará unos meses unas salchichas tipo Frankfurt excepcionales y que nos consiguieron mi hermano y mi cuñada. Con un 80% de carne de cerdo, y un sabor ahumado bastante bueno, nos encontramos con una salchicha alemana de bote e cristal con mucha proporción de carne. No nos negaréis que es difícil encontrar una salchicha de tripa natural con un porcentaje tan alto de carne de cerdo, hemos probado salchichas de 70%, 75% pero de 80% en adelante, y en esta conserva, jamás.

La salchciha es un bocado crujiente y delicioso que además en la sartén produce un olor embriagador con el que yo personalmente me acuerdo de mi infancia. Me encanta acompañarlas con una buena mostaza, aunque si quiero recordar del todo esa infancia llena de bocatas y de entre ellos aquellos llenos de salchichas y envueltos en servilletas que me comía mientras correteaba con los amigos por el bloque de apartamentos en el que veraneábamos, tendría que comprar la casi diferente mostaza Uncle William que se vende ahora, pero si hablamos de recuerdos más recientes sin duda la gran mostaza de estragón de Louit.


La marca no la conocíamos, aunque en este mundo estamos muy pez, son de la empresa alemana Böklunder y sólo hemos visto por la red que lleva haciendo estas salchichas desde 1934 (ahí es nada) y que fueron pioneros en la producción de salchichas de forma automatizada. Tenemos que comentárselo a mi hermano porque nos han gustado tanto que las volveremos a comprar, y eso que normalmente las que vienen en tarros de cristal en su jugo nos gustan menos que las ahumadas secas. Podéis encontrarlas en los supermercados Hipercor al precio de 3€ cinco salchichas con este aspecto tan delicioso.


Antes de despedirnos os relatamos sus ingredientes, para empezar llevan el necesario conservante E-250, el nitrito de sodio que evita la aparición de la bacteria Clostridium botulinum (la causante del botulismo). También los antioxidantes E-300 (ácido ascórbico) y E-331 iii (citrato trisódico), uno vitamina C sintetizada y el otro sales sódicas a partir del ácido cítrico. Todo a priori inocuo. Lo peor es el uso de proteína vegetal hidrolizada que es la que aporta ese sabor tan característico de las salchichas de lata o bote. Un potenciador del sabor muy probablemente derivado del glutamato monosódico encontrado en la soja que entendemos que se use para configurar el sabor final de este tipo de productos en conserva, algo que reclamarán los consumidores de esta gama.


Salud.