Restaurante Arriaga, Granada en vanguardia
Y como siempre, no defraudó. Elegimos uno de los dos nuevos menús de su carta, ambos con una selección de platos excelente. El primero llamado Raíces dónde parece dar rienda suelta a toda la cultura gastronómica donostiarra de su infancia con una base tradicional en sus siete degustaciones + aperitivo, servidos como si fueran pintxos. Muy recomendable para los que no aceptan bien las modernidades extremas. Y segundo, el que elegimos, el menú Play, un menú digamos que 'secreto' ya que a los comensales no se les dice en qué consiste para tener al espectador atento toda la comida. Es lógicamente una especie de juego y una apuesta mucho más innovadora y vanguardista que la primera, y aunque han perfeccionado platos de otros tiempos que ya conocíamos los que los seguimos, existen otros realmente novedosos. Antes de pedir es mejor decir al maître qué es lo que no os gusta en lineas generales para que os puedan cambiar algún plato.
Cabe destacar que además de estos menús Álvaro y su equipo ofrecen en su carta una suerte de entrantes, platos de carnes, pescados y arroces para el que quiera comer algo más concreto, no obstante si tenéis dudas, Daniel el jefe de sala y sumiller os va a recomendar estupendamente.
No podemos dejar de hacer mención a lo original de su ubicación y a las impresionantes vistas que se tienen desde el restaurante. También destacar la gran simpatía y cordialidad de Álvaro y su equipo, la atención en la sala es sin duda una de sus grandes bazas. En cuanto a la comida, no sabemos por donde empezar, el oficio es patente, una base excelente, culto a la materia prima, detalles muy cuidados y presentaciones espectaculares y bueno, su claro diferenciador con respecto a la competencia local, un muy innovador guiño a la tan laureada gastronomía molecular, la cuál preserva ese hilo conductor entre lo tradicional y moderno y lo más importante, sin llegar a cansar. Y no es para menos, Álvaro está formado inicialmente en los fogones del gran Pedro Subijana, continuando en EEUU (Chicago, Washington) y pasando por varias cocinas distribuidas por toda la península como la del ya extinto Mar de Alborán en Málaga.
Empezamos la comida con unas cervezas y una degustación del aceite virgen extra picual granadino O-MED con dos tipos de panes, pan de cristal y pan de pueblo. De este aceite ya os hablamos hace años en la entrada Aceite de oliva virgen extra O-MED. Los panes espectaculares, naturales y artesanos 100%, suministrados por un maestro panadero granadino al que se refiere en la carta como el 'Mago' Pepe.
Empezamos con un entrante de Mejillón de Roca en su propia roca. Una especie de buñuelo/croqueta muy crujiente por fuera y con un contraste de texturas y sabores bastante original. Recordaba tímidamente al clásico mejillón tigre.
A continuación Carpaccio de presa ibérica con trazas de hibiscus, confitura de boletus, crema de queso manchego, servido con obleas de levadura. El carpaccio era sorprendente, un capricho dentro de la carta, sin duda.
Para uno de los comensales trajeron Foie bajo velo de azúcar de caña caramelizado, complemente láctico de manzana y chocolate a la brasa. Espectacular.
Luego vino el txangurro al horno, un preparado muy donostiarra que a los amantes de este crustáceo os va a parecer tremendo. A Lola sin ir más lejos le pareció un bocado exquisito.
Otro comensal lo cambió por un plato que a mí personalmente me pareció bestial, Alcachofas guisadas y crujientes sobre fondo ibérico y cangrejo frito con su piel.
El último entrante fue un Falso canelón de gamba roja, ratatouille, migas de queso de cabra y aire de bechamel ligera. Un bocado delicioso, no podemos decir más, aunque la bechamel ligera es apenas imperceptible.
Se nos olvidaba, hasta aquí bebimos Calvente blanco (Moscatel de Alejandría), después continuamos con un correcto Marqués de Burgos denominación Ribera del Duero Crianza (bodegas Lan), un vino que no conocíamos y que para su precio nos pareció muy recomendable.
Ya con los platos principales, empezamos con un Atún rojo de almadrava sobre crema de arroz de mar, migas de soja, shimeji, jugo de teriyaki. En su punto de cocción, gran sabor y muy buenos acompañamientos.
Para ir acabando, el Solomillo de vaca vieja, cocinado en cenizas de liliáceas, meloso de foie y palomitas de patata colorá. Este ya lo conocíamos, un comodín.
Y llega para muchos la parte más espectacular de la comida, los postres. Empezamos por el que a todos nos dejó boquiabierto, el Chocolate muy negro. Una mousse de chocolate negro cuajado en el horno, queso cremoso de plátano y cristales mentolados. Esas curiosas pompitas están hechas con albúmina, goma xantana nos contó Alvaro cómo lo hacía y es cierto, es muy sencillo de hacer aunque parezca lo contrario. Cuando vayáis por allí y lo pidáis, preguntarle, os vais a quedar boquiabiertos.
Uno de los postres emblemáticos de su repertorio, el que sus clientes llaman en 'potito', el Flan de mascarpone, caviar de piña, pistachos verdes, jugo de arce y cristales de piña colada. Espectacular.
Otro postre para quitarse el sombrero, hojaldre de manzana caramelizado, esferificaciones de manzana verde y yogur de regaliz. Increíble como han jugado con los sabores.
Por último uno de los postres que está gustando muchísimo junto con la pastilla de jabón con leche de almendras y que no tuvimos el placer de probar, Melocotón con su hueso comestible, posos de vino tinto, y su bizcocho pero borracho. Digno de probar, cuando lo rompáis y lo veáis.... en fin, no os decimos nada.
Este menú tienen un precio de 50€, bebida aparte, un precio bastante razonable teniendo en cuenta que Arriaga ahora mismo sea quizás el restaurante de Granada más vanguardista.
Una vez acabamos, nos dirigimos a uno de los sitios de moda de Granada, Escudo 11 a tomarnos una copilla.
Allí cayeron unos mojitos y una Monkey 47, una de nuestras ginebras favoritas, dentro de poco os hablaremos de ella porque ha revolucionado mis gustos por este espirituoso tan de moda allá donde va. Eso sí, cuando os la sirvan y por experiencia, pedirlo a lo sumo con corteza de limón y poco más, el tomillo fresco en este caso desvirtuó el sabor. Ideal con Q-Tonic.
Salud y feliz semana.
12 comentarios:
**** A T E N C I O N S I D E J A S U N C O M E N T A R I O ****
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Perdonad las molestias.
Tomando nota! Los platos parecen buenísimos!! Petons
ResponderEliminarMe apunto lo de Escudo 11, ando algo desfasada...En cuanto a Arriaga, un sitio imprescindible!
ResponderEliminarImpresionante. Lo conocía como Tartessos y no tenía ni idea de lo que se estaba cociendo por allí. Estupenda crónica.
ResponderEliminarSaludos.
Espectacular el sitio! menudas vistas de pájaro y menudas vistas en el plato ;-) gracias por compartirlo con todos Carlos.
ResponderEliminarMuy interesante chicos, la verdad es que yo no soy muy de ese tipo de restaurantes, es curioso ver todo lo que allí preparan, y sinceramente para lo que es el precio no me parece excesivo, es una buena opción....
ResponderEliminar¡Eso sí....os cuidáis como reyes!...jaja.....¡hacéis bien....hay que disfrutar!....
Un besazo
Espectacular restaurante con una estética rompedora tanto en decoración y vistas como en esa cocina tan sumamente elaborada y atrevida, sin duda tendré que apuntarlo en mi lista de pendientes aunque no está mi economia para muchos dispendios!! espero impaciente una crónica del viaje .Un beso!
ResponderEliminarIM PRE SIO NAN TE -- Sin palabras al ver los platos y leer sus nombres. Para poder ir a un restaurante donde se trabaja un tipo de cocina como el que nos muestras hay que saber entenderlo. Y para ello hay que mirar detrás y ver el trabajo de investigación que esconde. Nada queda al azar. Todo está absolutamente medido y calibrado, y esto, no se suele valorar si no estás en este mundo.
ResponderEliminarMe ha encantado!! Y mucho más haber tenido la oportunidad de disfrutarlo como vosotros.
Besos y feliz semana.
Woww, llevo tiempo queriendo ir a ese restaurante, pero es que en Granada tengo una lista muy larga de restaurantes por conocer, jejej pero ese me parece espectacular, por el sitio, por la decoración y por supuesto ahora que veo esos platos tan novedosos y apetecibles...
ResponderEliminarUn saludo!
Vaya pasada de post y de lugar. Si Granada siempre merece una visita y siempre te despide con un maravilloso sabor de boca...acaba de sumar un argumento de altura. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminartastaolletesdelamarina.blogspot.com
Yo conocí este restaurante precisamente gracias a ti y estoy deseando volver en cuanto tenga oportunidad. Me encanta la cocina de Alvaro Arriaga por todos los detalles tan cuidados, desde el restaurante con esas vistas espectaculares, el servicio, el producto, la cocina, todo da gusto. Coincido contigo en que es un restaurant cien por cien recomendable.
ResponderEliminarMe siento mal, me parece que fuimos a restaurantes diferentes. Ya te conté detalladamente mi visita a Arriaga hace algo más de un año. Puede ser que no tuviera mi día, pero lamentablemente mi opinión dista mucho de la vuestra. Sin dudarlo me quedo con las vistas, el pan y el aceite, ni siquiera aquel día el vino estuvo a la altura.
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ResponderEliminarAyer estuve a medio día en este restaurante, elegimos el menú dale al play y nos pareció todos los platos riquísimos, con mucho sabor y muy cuidados. A destacar el falso canelón de gamba roja ay!!! no puedo quitarme su sabor de mi mente!!! qué cosa más rica. Volvería solo por comerlo otra vez.
Referente al servicio, me pareció correcto