Zamora, crónica de un viaje relámpago
Pues sí, decidimos ir a Zamora porque sencillamente no la conocíamos, y aunque fueron un par de días nos cundió muchísimo. Nada más llegar por la mañana fuimos al hotel, y una vez acomodados, nos dispusimos a ir a dar sin más un paseo por el susodicho casco histórico de la ciudad hasta llegar a su bonita Plaza Mayor. Por el paseo admiramos los edificios, nos empapamos del ambiente nos metimos en la zona comercial y allí empezamos a ver algunos escaparates interesantes de tiendas de regalos y pastelerías. De estas últimas había muchas y en todas ellas se vendían las famosas aceitadas normales o en formato mini, feos, nazarenos de chocolate y almendradas.
No compramos nada, había tiempo, y antes de ir a comer al gran restaurante La Oronja paramos a tomarnos un vinito en El Colmado, un local que ofertaba vinos y raciones de gran calidad, con un surtido de vinos a elegir importante, curiosamente ofrecían botella o chato, y cada botella de un precio. También una tapa (La colmá) que era la elegida para un sorprendente concurso de tapas de Zamora que se celebra del 24 de Marzo al 10 de Abril. ¡Coincidimos con él, y nosotros sin saberlo!. Nos hizo ilusión porque ya sabíamos que la noche iba a ser eso, tapear, aunque ya os contaremos que al final fue como esperábamos. Si queréis ir, mirar las bases del concurso y locales participantes.
Una vez comimos, sobremesa de dos horas y ya os contaremos cómo fue la comida, paseo digamos que obligado por la ciudad, castillo, catedral (tapices y claustro), aledaños, miradores, jardines, tiendas... Acabamos muy llenos, pero no por la cantidad, si no porque llevábamos un par de meses sin tomar comidas copiosas, y esto acabó pasando factura. Mirar unas instantáneas del centro.
Arriba el castillo y abajo una imagen del alfarería que se trabaja en Zamora, unas cazuelas preciosas apropiadas para gas, que vendían en algunas tiendas. No compramos ninguna.
Curiosamente a este restaurante íbamos a ir en un principio, pero Espe Saavedra, bloguera cocinera y zamorana conocida por muchos de vosotros, nos ayudó por correo electrónico en todo momento a decidir qué hacer, dónde ir, comprar etc, nos recomendó que si queríamos nueva cocina que fuéramos a éste o a La Oronja. Así que decidimos el segundo y éste para la próxima. Gracias Espe.
Del paseo salimos con un kilito de aceitadas en una pastelería que nos indicó ella, y como empezó a chispear nos fuimos a descansar un poco al hotel. De camino entramos en un Arbol, y vimos la leche Gaza fresca, lo que nos imaginábamos, y yogures y postres, de la misma marca, algo que no hemos visto en Madrid.
También una leche fresca en bolsa llamada Saldañesa, de Saldaña (Palencia), que tampoco tuvimos oportunidad de probar por motivos obvios, ¿dónde conservamos la leche?. Para otra ocasión será.
Después de descansar un rato, salimos a dar un paseo ya de noche para hacer hambre, y como llovía bastante estuvimos de tiendas y acabamos en la zona de bares de Los Lobos, una zona de tapeo muy tradicional (bravas, pulpo, callos etc) y en dónde podéis ver cómo se las gastan en la barra. De todas formas estábamos tranquilos, no nos entraba ni una aceituna.
Poco a poco fuimos haciendo hambre, lógicamente a fuerza de paseo y de tomar algún vinillo y al final hicimos de tripas corazón, nunca mejor dicho, y nos tiramos a por algunas tapillas. Veréis que son tapas pequeñas, monas, y las tapas del concurso costaban sólo 1,20€, aunque éstas que veis son de las que ofrecían en carta en varios sitios. Con el vinillo entraban muy bien desde luego. Aquí unas cuantas que pedimos mejillones en suspensión, milhojas de bacalao, foie con escabeche de verduras, kobe (wagyu)con boletus, pulpo con puré de patata y pimentón, bacalao con olivada y salmorejo etc. Hasta aquí pudimos comer.
Aquí la calle Herreros, vinos y copas justo detrás del ayuntamiento, muy entrañable por cierto.
Al cabo de un rato nos fuimos a dormir, estábamos reventados, al día siguiente nos levantamos temprano para que nos cundiera el día y nos dimos un paseo buscando un sitio para desayunar, al final acabamos en una panadería en la que nos hacían tostadas. Vimos algo el cielo azul, pero volvió a cubrirse a la hora.
La panadería a todo esto tenía unos panes fantásticos, y harina de Zamora, que teníamos ganas de comprar.
El desayuno un clásico, poco que hablar del mismo. Bueno el precio, de verdad que es para contarlo 2'50€ por barba con zumo natural.
Recogimos nuestras cosas en el hotel y nos fuimos para Toro, una localidad cercana a Zamora y que lógicamente es muy conocida por sus vinos y plaza. Al llegar nos encantó, porque entre otras cosas nos lo esperábamos algo más pequeño, y la verdad es que nos quedamos gratamente sorprendidos. Pasear por sus calles, casco y soportales fue realmente muy agradable.
La colegiata de Toro impresionante, vista desde fuera impone y gusta, creo a todo esto que estando allí ha sido el único momento de este templado invierno que he pasado frío de verdad ¡qué aire y qué frío hacía!. Pues de allí nos dirigimos al Monasterio de Santa Sofía.
Después de caminar por casi toda la localidad, ver escaparates, cartas de restaurantes etc y sin visitar bodegas ni plaza de toros ni nada, no nos daba tiempo si queríamos hacer más cosas y comer en Fuensaldaña, cogimos el coche y nos fuimos para Tordesillas. Allí vimos su maravillosa Plaza Mayor, sus iglesias, calles, puente y la famosa pastelería Galicia, que entramos a comprar un riquísimo huevo de pascua para nuestra sobrina Adriana.
Aquí la susodicha plaza, pequeña pero maravillosa.
Poco más hicimos y de allí nos fuimos por fin a comer, ya os contaremos sobre esta comida, acabamos sobre las 15:30 y nos fuimos a Valladolid a dar un paseo. Del aire que hacia y del poco ambiente que a esas horas había acabamos conectándonos al portátil en el bar cafetería La Comedia, mientras nos tomábamos un té y decidíamos volver a Madrid.
Viaje relámpago como el mismo. Esto es lo que dieron de sí 32 estupendas horas, así podrían pasar de rápido y de bien en el trabajo ¿verdad? :).
Salud.
31 comentarios:
**** A T E N C I O N S I D E J A S U N C O M E N T A R I O ****
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Perdonad las molestias.
Por eso decías que habías estado por aquí... Yo personalmente, prefiero Zamora, Valladolid ya me resulta demasiado grande... y también me parece que Zamora es mucho más bonito :)
ResponderEliminarYo no soy de aquí, vivo aquí pero soy extremeña :)
Pensar que te podría haber cantado los grandes hits de Rick Ashley en vivo y en directo :P
Me ha encantado la crónica, gracias!
Zamora me tiene a mi hechizada, estuvimos unas horas hace un par de fines de semana...que delicia de ciudad, asi que tu post me ha puesto con unas pocas ganas................de trabajar-que esperabas que dijera?????-
ResponderEliminarCómo me alegro de que hayas escrito esta entrada!!!!!
ResponderEliminarSoy fan incondicional de Zamora!!!
En el año 2002 hice un viaje por León, Zamora y Salamanca. Dando por hecho que León y Salamanca tienen un patrimonio cultural impresionante, lo que más nos sorprendió fué precisamente Zamora. No esperaba ni por asomo que la ciudad fuese así.
En ese momento llegué a pensar que me gustaría vivir en una ciudad así... me encanta Castilla...
Es una ciudad preciosa, sobria, limpia, que se come de maravilla, conserva toda su tradición, no se, que me gusta mucho.
Yo estuve en octubre, época de setas y dulces de Todos los Santos y me pasó como a vosotros, llega un momento que no puedes seguir comiendo...
En Toro comí el mejor Pollo al ajillo que he probado nunca, en una tasca típica, que nos trataron de lujo. Y esos dulces de convento...
Bueno, no sigo, pero hoy con los recuerdos, ya me has alegrado el día!!!
Espero impaciente las crónicas de esos restaurantes....
Un saludo, Begoña
ufff...que puedo decir..que ahora mismo tengo los pelos de punta..porque no os podeis hacer una idea lo orgullosa que estoy de mi ciudad.me alegra muchisimo que os haya gustado.Habeis hecho un recorrido fantastico y una cronica tan magnifica que invita a venir.Somos gente muy abierta,asi que os esperamos de nuevo con las puertas abiertas.Un placer,de todo corazon
ResponderEliminarPues un fin de semana cortico pero de lo más aprovechado. Es lo bueno de vivir en el centro, que tenéis posibilidad de poneos en casi todos sitios en relativamente poco tiempo.
ResponderEliminarSolamente he estado en Zamora dos veces y las dos de paso, pero la verdad es que la última vez que paramos a comer y a darnos un paseo me sorprendió agradablemente.
Un besico.
Qué recorrido tan bonito. No conocemos la ciudad pero ahora nos apetece mucho!
ResponderEliminar¡Qué delicia de fotos! Y qué ganas tengo de perderme por esas calles Zamoranas. Nunca he estado y desde hace tiempo me ronda la idea y las ganas de perderme por esos rincones tan castellanos.
ResponderEliminarBesos.
Me ha encnaatdo tu reportaje, mientras iba leyendo me iba acirdndo de Espe que es de alli, yo la conoci hace poco en Barcelona, lo que son las cosa.
ResponderEliminarPues no conozco toda esa parte de Zamora, Valladolid.
En Segovia estuve de niña, que no se si esta cerca, en Geografia estoy pez, je je,
Me alegro que te lo hayas pasado tan bien Carlos.
Besos
¿ Quién me dijo a mi que no paraba?
ResponderEliminarVeo que vosotros tampoco, así me gusta y Zamora que por desgracia no la conozco y habéis hecho que me interesara más por ella.
A Espe la conocí hace poco en Barcelona, una persona magnífica.
Petons
Fuimos una primera vez en 1999 o 2000 - también era una visita relámpago - y era todo una sorpresa agrabable (como no soy española, me encanta descubrir estos sitios menos conocidos). Volvimos el año pasado, pasamos Nochevieja allí, y cómo había cambiado! Como en otras ciudades históricas en España habían restaurado/limpiado el centro y nos gustó. Esta vez incluso teníamos tiempo para probar las especialidades locales (para cuándo la receta del arroz a la zamorana?), con un vino de la zona : no sólo de D.O. Toro, sino también de la Tierra de Zamora.
ResponderEliminarTambién visitamos Toro : la portada de la Majestad de la colegiata es una joya gótica y un cambio de la "sobredosis" del románico de Zamora ;-)
Siendo belga-flamenca tengo mencionar también la colección de tapices flamencos de la catedral de zamora : wow!!!
Ayyyyyyyy, mi tierrucaaaa. Allí sí que se come bien. Tenemos un vino, unos quesos, un pan, un románico... Para la próxima visita te recomiendo el restaurante Capitol, con una ternera de Aliste espectacular.
ResponderEliminar¡Qué envidia sana me ha entrado, oye!
Todos los zamoranos conocemos la leche gaza. Lamentablemente en Madrid es difícil encontrarla. Curiosamente en algunas tiendas chinas la hay y en algunos centros Carrefour y de vez en cuando en el Corte Inglés. Lo que siempre tienen en este último son las cuajadas, yogures (de vaca, oveja y cabra) y arroz con leche, que, por cierto, están buenísimos.
ResponderEliminarNo se como llegarías de extresado a tierras castellanas, pero seguro que el viaje y paseos por Zamora te dejaron como nuevo...
ResponderEliminarSorprendido me quedé cuando vi que habías pasado por mi pueblo y no habías dicho nada hasta después...
Cuando quieras conocer Tierra de Pinares ya sabes lo que tienes que hacer, LLAMARME!
Un saludo y gracias por recomendar esta fantástica tierra
E: ternera de Aliste la probamos en La Oronja, ya lo verás ;), y sobre los productos GAZA, lo que buscamos es la leche fresca refrigerada, la de TB está en muchos sitios.
ResponderEliminarLos yougres y arroz con leche los buscamos en su momento y no los encoentramos ni en ECI, si me dices que allí los venden genial, igual la explicación es que los empezaron a traer desde hace un año (o más) aprovechando las sinergias de la promo Tierra de sabor, nos pasaremos a comprarlos :)
Muuuchas gracias!
El viaje estupendo. Nosotros estuvimos en Zamora, y Toro hace ya unos años y también nos encantó y de igual manera comimos de maravilla. Valladolid, otro sitio que se come genial y se tapea tb fenomenal.
ResponderEliminarTu crónica de las 32 horas estupenda así como las fotos que ya no se que adjetivo poner, ya se me ha ocurrido uno tus fotos sublimes.
Carlitos, ¿que haces mal?. o las fotos las hace Lola?.
Un beso y me alegro
¡Menudo viaje! Magnífica crónica. Un besote de OLI de ENTREBARRANCOS
ResponderEliminarChus: ¿te gustan?, caray, gracias!. No son nada del otro mundo mujer, pero bueno, te lo agradecemos. Las fotos de exteriores las hacemos los dos.
ResponderEliminarUn saludo.
una buen viaje por la capital de la Espe y una magnifica cronica que me guardo para cuando me escape, me falta por conocer, en Toro si que estube pero no me dio tiempo a llegar a Zamora.
ResponderEliminarmiquel
Pero qué sorpresa me acabo de llevar, entro en vuestro blog para ver una receta de vuestra pizza que me encantó y me encuentro con esta crónica de mi tierra, yo aparte de ser zamorana tengo la gran suerte de vivir en Zamora, a veces los zamoranos nos sentimos un poco olvidados pero nos llenamos de orgullo cuando alguien descubre nuestra ciudad y se va enamorado de ella como estamos nosotros, además como habéis podido comprobar se come fenomenal, unos productos estupendos (garbanzo de Fuentesaúco, pimientos de Benavente, quesos, vinos, ternera de aliste, de Sayago,.... no puedo seguir que se ma hace la boca agua) la Semana Santa es espectacular y la gente todavía más, lástima que cada vez seamos menos los que "sobrevivimos" en esta maravillosa tierra. Perdonad el rollo que os he metido pero es que en cuanto hablo de mi tierra me emociono, estoy muy contenta de que os haya gustado y espero que repitáis. Un abrazo.
ResponderEliminarMe ha recordado nuestro viaje a Consuegra donde nos paramos de vuelta de Toledo y donde nos encontramos también con un concurso de tapa del pueblo. Pero eran tapas medievales, enfin lo cuento en el blog.
ResponderEliminarMe encanta como relatas Zamora, dan muchas ganas de ir pero queda un poco lejos de Málaga. Igual la próxima Semana Santa, la verdad es que tiene que ser bastante diferente a la del sur.
Sigue contándonos ciudades lo haces de maravillas.
Es como si hubiese viajado contigo,pero sin haber ido.
ResponderEliminarLas fotos son espectaculares, impresionantes, creo que son tan buenas, que realmente me da la sensación de haberme paseado por esas plazas y no digamos de la comida...
Ha sido una entrada preciosa
Besos
Una crónica estupenda, no conozco Zamora pero después de este reportaje me están entrando muchas ganas.
ResponderEliminarBicos
No sabes la ilusión que tengo de conocer Zamora y Soria está última será muy pronto Zamora me pilla mas lejos veremos cuando puedo pero desde luego me hace mucha ilusión.
ResponderEliminarSaludos
Conozco muchos productos zamoranos porque tengo 3 amigas zamoranas, de distintas edades, así que siempre agradezco alguna cosilla que me traen o regalan.
ResponderEliminarPensamos sólo en el pimentón, pero tienen unas verduras y unos dulces que quitan el sentío. Y ya si hablamos de esa preciosa ciudad... En fin, una maravilla.
Una entrada preciosa Carlos.
Pero que bonita es mi tierra y que bien se come y se bebe!!!!! Esta misma noche la dedicaré a tapear, a si que a ver que pruebo.
ResponderEliminarVoy a ser imparcial y me voy a quedar con la última foto, la de mi ciudad, mi Valladolid del alma, en una semanita estaré disfrutando de su plaza mayor, de sus pinchos, de sus terrazas... que morriña! si algún día quereis consejo sobre sitios gastronómicos de Valladolid aquí me teneis. Y deciros que es una pena que no comprarais las cazuelas de barro pues hacen una comida fabulosa y son muy populares en Castilla.
ResponderEliminarMuchas gracias por este post. Siento que hasta me llevaron de paseo con Uds, jaja. He disfrutado mucho leerlos y las fotos..
ResponderEliminarun abrazo
Carlos, ¿sabías aquéllo de Zamora no se ganó en una hora? ¿Y te has dado cuenta de que es de las pocas provincias de las que hay noticias en los telediarios y en la prensa nacional? Mis padres, los dos, son zamoranos. No suelo ir mucho por aquellas tierras, a no ser en el verano, que es cuando ellos también están allí, pero desde hace unos años he descubierto que es una tierra castellana que no se explota lo suficiente turísticamente, y tiene parajes bellísimos, contrasta el terreno seco y llano con el verdor de la zona de Sanabria. Y no nos podemos olvidar de la gastronomía, de gran arraigo. En este punto, precisamente tengo en mente preparar unas "aceitadas", que son típicas de Semana Santa.
ResponderEliminarMe ha encantado vuestro reportaje, y por supuesto que os haya gustado esta ciudad que tiene tanto por descubrir.
Besos y feliz finde.
El otro dia leí toda la cronica y la verdad que me encantó tanto por el relato como por las fotos tan bonitas! Bueno, que voy a decir yo que tengo sangre zamorana en mis venas! La Semana Santa he de decir que es impresionante, no hay que perdersela!
ResponderEliminarUn saludo
Dentro de poco voy a Zamora y los dulces me encantan, como no dices dónde compraste los dulces te lo pregunto yo ahora, ¿qué pastelería te recomendaron? Muchas gracias.
ResponderEliminarMerche: la pastelería se llama Dulces la Rua, y está en Rua de los francos, 10. Es la calle principal que va del ayuntamiento a la catedral. Ya nos contarás.
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