Este pequeño y encantador restaurante llamado Cau del Pescador (C/Sant Domenec, 11) de la localidad Sant Feliu de Guixols en Girona nos lo recomendó Anna del blog Las Buenas Migas el primer día de nuestro reciente viaje por esta tierra (ver el resumen aquí). Tenemos que volveros a decir que su ayuda fue importante en nuestro viaje ya que gracias a sus consejos nos hizo pasar dos jornadas gastronómicas extraordinarias en dos templos gastronómicos como el que hoy os traemos, y se lo volvemos a agradecer enormemente porque además nos atendió al instante a través del correo electrónico y nos ofreció toda su ayuda y apoyo. Precisamente de este restaurante ya había hablado en un antiguo post y del que nos dio rabia no acordarnos antes de partir, en aquel artículo contaba información muy interesante sobre el origen del suquet y sobre la costa que recorrimos, pero en fin, la tecnología ha sido fundamental para subsanar este error.


Leemos en la web de este restaurante, que estas cocinas nacen en una antigua casa de pescadores conocida antes como Casa Buixaller, siempre propiedad de la familia Camús. Al parecer el nombre de Buixaller proviene de buixell, nombre dado a las poleas que los pescadores utilizan para aparejar las velas de los pailabots y barcos de vela que construían en los astilleros de Sant Feliu. Allí al parecer se construían estructuras para los barcos. No fue hasta 1984 cuando esta casa de pescadores se convirtió en una freiduría, que enseguida pasó a ser un restaurante de pescados de la zona, siempre bajo la mano de Josep Camús. Durante un tiempo Josep se encargó de dirigir el restaurante desde la sala sin embargo, gracias a la ayuda de su esposa Núria Amat, se incorporó a la cocina ocupando el lugar principal como jefe de cocina. Josep y Núria iniciaron una reforma en todo el restaurante, empezando por el comedor, uniendo las dos salas y haciendo un local más espacioso buscando una decoración rústica con un toque de modernidad, sobre todo con el hallazgo de unas paredes de piedra natural fechadas de 1800. Sus hijas Gemma y Núria, y su hijo Jordi están presentes de una forma u otra en el negocio familiar.


También leemos en la web algo que presenciamos a la entrada, en otoño este restaurante se vuelca en la degustación especializada de setas ofreciendo a los clientes una amplia carta de setas. Nosotros fuimos a principio de temporada pero ya vimos en su escaparate amanitas caesareas (reigs) y boletus en grandes cantidades, al igual que san pedros, cabrachos, gambas de Palamós etc. Digno de ver.


Pues vamos con la experiencia. Al entrar nos sentaron en un sitio cerca de la cocina, allí Núria (la dueña) nos trató maravillosamente explicándonos varios platos de la carta y aconsejándonos. Decidimos comer un menú especial (menú d'estiu) que tenían en carta por 36€ por barba. Nos dijo que el suquet del menú era exactamente el mismo que el de la carta y el de la carta se nos hacía casi igual de caro que el menú completo, así que no lo dudamos porque todo tenía muy buena pinta.

Aquí la carta.


Aquí el menú.


Empezamos con una cervecilla y una botellita de Vichy Catalán. En días sucesivos nos contaron en algún bar que a los extranjeros el Vichy no les gustaba, les parecía una bebida muy salada y que pedían el agua con gas Aguas de Malavella. Son de la cultura Perrier es obvio, pero a mí me gusta más la Vichy y aquí tenían de sobra.


De primero nos iban a poner unas sardines de Sant Feliu en escabeig, pero no había así que nos trajeron unas ancohas de L'Escala con pa amb tomaquet (pan con tomate).


Un pan maravilloso, abundante y caliente


Pedí unas anxoves de Sant Feliu Arrebossades, que eran boqueroncillos pequeñitos rebozados, una delicia para ir abriendo boca.


Luego Lola se pidió de entrante del menú unos pimientos rellenos de brandada de bacalao, en la carta ponía prebots del piquillo farcits de brandada de bacallá amb salsa de marisc, no nos pareció que el sabor a marisco destacara especialmente en la salsa, predominaba el tomate, en cualquier caso estaba buenísima y no quedó ni gotita.


Y luego el maravilloso suquet de pescado del día (suquet de peix amb patates y allioli negat), en este caso tenía raya, lubina y rape. Una maravilla culinaria que no os debéis de perder si os gustan los guisos caseros y sanos como éste que sirven en esta casa. Impresionante sabor y gran oficio el que tienen. Estaba en su punto de sal, con un sabor fantástico, las patatas tiernísimas y la salsa de lujo. Lo único que nos llamó la atención es como parten las patatas, están bien, pero siempre se dice que en los guisos se deben de echar desgarradas para que suelten almidón y espesen la salsa. Es verdad, pero esto confirma que en parte da lo mismo.


El rico all i oli negat, éste sí que lo hemos hecho en casa ;). Ya llevaba, pero le echamos un poquito más.


No quedó ni ápice de guiso...


Estábamos llenos, muy llenos, y de postre pedimos 2 helados para bajar un poco. Había postres caseros para dar y tomar.


Al final pedimos 3 vichys de litro, 2 cervezas y 2 cestas de pan, y con todo lo que comimos 72€. Nùria está pendiente de todo, y chicos, con esta forma de cocinar merece la pena. Recomendable 100%.

Salud.