"Si alguien me pregunta cuál es mi condimento favorito le tengo claro: ¡la mostaza! Imagino que aunque en mi casa soy la “rara” no debo ser la única persona con estos gustos, ¿no?. El caso es que cuando era pequeña a la hora de elegir una salsa siempre ganaba el ketchup, y con diferencia. No sé porqué pero para mí la mostaza era una salsa “para mayores”. Afortunadamente luego aprendí que la mostaza no solo puede utilizarse para las hamburguesas, los perritos y compañía, y que además existen muchos tipos de mostazas. Así que poco a poco empecé a rebuscar por las estanterías de los supermercados y las tiendas un poco especiales, a la caza y captura de ESE bote de mostaza que aún no había probado.
Foto extraída de A Gluten-Free Guide en flickr.
Bueno, no vayáis a creer que soy una fanática ni nada por el estilo. Lo que sí es verdad es que en casa siempre tengo dos o tres botecitos listos para degustar (tengo la suerte de que a mi chico no le gusta nada la mostaza, así que... ¡toda para mí!). No voy a contaros cómo se hace una mostaza ni nada de eso. Prefiero enseñaros mis últimas adquisiciones, que guardo como oro en paño a la espera de abrir los tarritos y sorprenderme. Solo os apunto aquí hay semillas de mostaza de dos tipos : la mostaza blanca dulce (Brassica alba) que crece de forma silvestre en el norte de África, el Oriente Medio y la Europa mediterránea, y la mostaza morena (Brassica juncea), originaria de las laderas del Himalaya.
Este año, estando de vacaciones en París, hice mi mayor descubrimiento mostacil: ¡una tienda Maille llenita de mostazas y condimentos! Supongo que la mayoría de vosotros conoceréis esa marca, la más antigua marca francesa de mostazas, y que se encuentra en todos los supermercados.
Para aquellos que no la conozcáis os haré un pequeño resumen de su historia, que comienza allá por 1720, y que podéis consultar en su página web. En el año 1720 es cuando se da a conocer Antoine Maille, vinagrero de oficio en Marsella. En aquel año hubo una gran epidemia de peste en la ciudad y el señor Maille se hizo famoso gracias a que inventó un vinagre antiséptico: la leyenda dice que los marselleses se rociaban con ese vinagre y así paró la epidemia. Sea cierto o no este hecho le dio a Monsieur Maille la oportunidad de abrir en 1747 su primera boutique en Marsella. Su talento le proporcionó rápidamente gran popularidad, hasta el punto de convertirse en el suministrador oficial de condimentos de sus Majestades Imperiales de Austria y Hungría (1760), el Rey de Francia (1769) y Catalina II de Rusia (1771).
A la muerte del último descendiente de Antoine, en 1930, Philippe de Rotschild compró la marca, impulsando así la expansión y la modernización de la actividad, pero conservando siempre el saber hacer y el gusto por los productos de calidad. Por cierto, el logo de la marca “Il n’y a que Maille qui m’aille” es mucho más moderno, y significa “solo Maille me va”. Claro, en francés tiene algo más de gracia por la rima, pero personalmente me parece un eslogan un poco feucho.
Hoy en día existen tres tiendas Maille en todo el mundo: una en Marsella, otra en París y (afortunadamente) la tienda on-line. Os invito a que os deis una vuelta virtual, la página es de lo más inspiradora y además tiene un apartado de recetas que es interesante (muy francesas, eso sí). En grandes superficies es posible encontrar sus mostazas (pero solo eso), y no siquiera todas, solo dos o tres sabores.
Bueno, pues ahora que os he puesto en antecedentes voy a presentaros a las auténticas protagonistas de este post. Con todos vosotros ¡las mostazas Maille 2009!.
Lo reconozco, ya solo con la monada de cajita en la que vienen metidas me pongo contentísima... qué le vamos a hacer. Cuando estuve en París compré tres sabores, aunque podrían haber sido muchos más, por aquello de probar y no emocionarme demasiado. Me gusta la mostaza (mucho) pero ese típico sabor-picor de la mostaza francesa Dijon me satura (es ese picor que se te mete en la parte alta de la nariz, no en la boca, espero que me entendáis), y no quería meter la pata con mis elecciones. En aquella ocasión compré “Coco y especias Colombo”, “Zanahoria y Coriandro” y “Albahaca” (también la hay al pesto). De todas ellas la número 1 para mí ha sido la de coco, seguida por la de albahaca. La de zanahoria y coriandro no se diferencia mucho de la clásica Dijon de toda la vida, por lo menos para mí, no me parece nada especial, y su sabor es fuerte.
Para que el comprador se haga una idea de la intensidad del sabor en la página web hay una escala de sabor para cada mostaza. Así no corréis el riesgo de meter la pata si no sois todoterreno para las mostazas.
Vale la pena curiosear toda la oferta de mostazas que existen, hay sabores que nunca sospecharíais. Por ejemplo fresas con aciano, praliné y caramelo, frutas del bosque (sí, es una mostaza de color rosa!). Sorprendente, ¿verdad?
Ahora, aprovechando una ocasión que se me ha presentado, me han traído de París otros tres sabores nuevos (y he repetido con el de coco, estoy rendida a sus pies). ¡Estoy deseando probarlas! Para los que no lo sepáis el Colombo es una mezcla de especias caribeña, típica de la isla francesa de Guadalupe. Es de color anaranjado (como esos sazonadores para pollo que venden), sabor muy sabroso pero nada picante. Se podría decir que es un curry de las antillas.
En su página web Maille propone recetas para cada una de las mostazas, y también da sugerencias de maridaje. Yo de momento he probado la de coco con atún rojo a la plancha y en mi opinión va muy bien. Os dejo la información que proponen en la web:
A lo mejor os estaréis diciendo que seguro que son caras. Pues cada botecito de estos cuesta entre 3’40 y 3’60 euros. Bueno, no es que sea regalado (son unos 100 gramos) pero si pensáis que la cantidad que se utiliza cada vez es pequeña, que duran o que son “diferentes”.... pues tampoco es para tanto, no? Si hacéis un pedido on-line los gastos de envío son gratis para importes superiores a 50 euros, y como además venden cofres de regalo, porcelana, aceites (bueno, de eso tenemos por aquí, y muy muy buenísimos), tapenades... si pensáis hacer algún regalo gastronómico y diferente puede saliros bien la jugada.
¡Espero que os haya gustado a todos!
Salud.
Uyyyyyyyyyy que gran desconocimiento, por mi parte, del mundo de la mostaza. Con lo que me gusta... gracias por el reportaje.
ResponderEliminarBesos.
Fantastico post, que equipo tienes!!!
ResponderEliminarBuenísimo el post. Ya tengo ganas de probar las "desconocidas".
ResponderEliminarUn saludo
La colaboración es el futuro. Muchas gracias por la info.
ResponderEliminarCarlos,
ResponderEliminarNosotros también somos fanáticos de las mostazas, este fin de semana iremos a Montpellier y compraremos alguna de las que no se encuentran en Barcelona.
¡Muy buen post!
Carlos la verdad es que a mi no me gusta nada la mostaza. El año que pasé en Francia no hacía más que pedirles a los camareros que por favor no me aliñasen las ensaladas con mostaza de Dijon...
ResponderEliminarEn cualquier caso el reportaje es apasionante y si alguna vez tengo que regalarle algo a un enamorado de las mostazas recurriré a la información de Tere.
Un besote enorme.
Laura.
Carlos, un reportaje maravilloso...me encantan las mostazas y son adicta a las mostazas Maille, rara vez compro otra marca (solo la Louit tipo Burdeos al estragón...de toda la vida..)
ResponderEliminarConozco la tienda de París,en la plaza de la Madeleine, es una pasada, no solo por la variedad de mostazas, que es espectacular, si no por todos los accesorios que tienen para servir la mostaza y los detalles para regalar...increible.
Me ha encantado todo lo que cuentas y me han entrado unas ganas de programar un viaje...siempre tengo pendiente un viaje a París...
Y por cierto en mi próximo viaje a Madrid, pruebo el restaurante Bazaar, maravilloso!!!
Un saludo desde el sol, begoña
yo no compro otra que no sea esta marca. El reportaje no solo me ha gustado ¡me ha encantado!
ResponderEliminarSaludos,
Anna
Hola Carlos, felicitaciones a Tere por su excelente reportaje sobre la única mostaza que entra en casa. Para mi el éxito de una receta está entre otras cosas el de usar buenos ingredientes, es por ello que siempre recuerdo un Chef venezolano, Sumito Estevez que dice: Si vas a usar una mostaza en tu receta usa solamente una de buena calidad, si no la tienes, omitela que es preferible no agregarla que agregar una que te va hechar a perder la preparación, comentario que comparto no sólo para la mostaza, sino para muchos ingredientes entre ellos el vino y un vinagre balsamico.
ResponderEliminarSaludos
Polo
Jolines, muy bueno el post. No sabía que Maille tenía una gama tan extensa. A mí me encanta la mostaza "à l'ancienne", que es de las pocas que se encuentran aquí. La uso mucho en aliños de ensalada y mis invitados siempre quedan encantados... aunque me esté mal el decirlo... ;-) Pero a partir de ahora investigaré en esa página web nuevas posibilidades!
ResponderEliminarMuy interesante esta paseo por el mundo de las mostazas. No imaginaba que hubiera tantas variedades, algunas de ellas tan apetecibles.
ResponderEliminarVoy a dar una vueltecita por la tienda...
Un beso.
Qué buen reportaje. A mí también me gusta mucho la mostaza y me sorprende el origen de la foto, porque yo he escrito en un par de ocasiones a Maille para que me confirmen la ausencia o contenido de gluten de sus productos y nunca he obtenido respuesta.
ResponderEliminarIgual tengo que escribir una tercera vez porque me pica la curiosidad de probar la de coco y como bonita la rosa me parece preciosa.
Besitos sin gluten
Masdejao "IMPRESIONÁ"
ResponderEliminarMe muero por probar esa mostaza de coco :)
Hay tantos sabores que descubrir!!!
ResponderEliminaren fin, que poco a poco vamos ampliando nuestra cultura gastronómica.
Besos
Que bueno este post!
ResponderEliminarYo soy una de esas yonkis coleccionistas de mostazas. Mis padres residen grandes el país vasco-francés, y una de mis mayores aficciones, es recorrer los supermercados de la zona, buscando artículos diferentes.
De Maille estoy usando ahora, una mostaza verde a las tres hierbas (albahaca, cebollino y perejil). Otra de mostaza a la antigua con toque balsámico. Y de otra marca, tengo una mostaza con higos.
La semana que viene me voy a por la de coco y especies, me ha encantado!
Besos Carlos ;)
Me he dejado una palabra...
ResponderEliminarMi padres resisden grandes temporadas en el...
Pues eso :)
Uysss... qué maravilla de post, yo soy de las que se conforma con las que venden en el CI...qué le vamos a hacer...
ResponderEliminarTengo ganas de volver al sur de Francia a darme una vuelta por los supermercado, cuando fuí hace unos años no se me ocurrió más que ver castillos, jajaja.
Besos
Es genial, yo uso mostaza Dijon para hacer solomillo con mermelada de albaricoque y mostaza me encanta...
ResponderEliminarpero no se cuanto tiempo puedo tener el frasco una vez abierto en el frigorifico, uso 4 cucharadas y tardo en volver a usarlo y termino por tirarlo. ¿Me podias ayudar?
Es genial esta información que nos das, me encanta.
Hola Anónimo, la mostaza por sus propiedades conservantes, dura mucho tiempo dentro la nevera. Lo mejor es taparla bien e intentar guardar un mínimo de higiene con el frasco, es decir, nada de introducir cucharas relamidas, ni dedos ni ningún otro tipo de foco de bacterias. Un placer que nos preguntes.
ResponderEliminarÚnicamente que yo no utilizaría una especie en peligro de extinción como el atún rojo. Te adjunto un enlace para ampliar la información.
ResponderEliminarPor lo demás un post buenísimo sobre esta interesante salsa.
Un saludo
http://www.ecologistasenaccion.org/spip.php?rubrique385
¿¿Podrías dar la dirección de la tienda online??
ResponderEliminarPara nuestra desgracia la tienda online ha cerrado, lo siento.
ResponderEliminarVaya, qué lástima!! Me encanta la mostaza Maille, es la única que compro. Me trajeron varias de París pero se me están acabando...
ResponderEliminarHe entrado simplemente para criticar a los "Gabachos" por su chouvinismo exacervado.
ResponderEliminarEn la web de Maille hay disponibles los siguientes idiomas:
ingles UK
ingles USA
japones
brasileño
aleman
Pero no esta en español !!!
Pues acaban de perder un cliente, que se fastidien.
Saludos