En esta ocasión mi hermano plantó en el pueblo de mi padre y de nuevo una lechuga de invierno, y de verdad que resultó ser todo un éxito sin precedentes. Veréis que al final cultivar verduras en casa es un procedimiento muy sencillo, sobre todo si tenéis el terreno en vuestra propia casa. Cuando veáis las lechugas tan preciosas que arrancamos hace un par de meses, quizás os animéis en serio a empezar con esto de la horticultura.
Las semillas de esta variedad mi hermano las compró en la famosa tienda francesa de plantas y semillas Baumaux. Eligió esta variedad sencillamente porque en el propio catálogo la mostraban con una figura a pie de foto de un cocinero pequeño. ¿Esto que significaba? pues que se trataba de una variedad que se distinguía por su sabor. Así de simple. Pues bien, como le llamó la atención, la compró y la plantó. Ya habíamos plantado hará unos 4-5 años la genuina Romana de Madrid y la Oreja de Mulo, y esta variedad nos ha convencido especialmente.
Os dejamos pues con las palabras de mi hermano, y esperamos sinceramente que os guste.
En esta secuencia fotográfica se muestra como se cultiva una lechuga de invierno, aquella que se siembra en otoño tardío y se recoge en primavera. Existen también las lechugas de primavera, que se cogen en verano, pero para las condiciones climáticas de la zona centro, estimo que son mejores las primeras.
Para ello se disponen unas tarrinas a modo de semillero las cuales se rellenan con tierra o sustrato universal.
Se vierten las semillas a voleo en cada tarrina. Esta siembra ha de efectuarse en otoño, y mejor en nuestras casas donde podemos controlar mejor el proceso previo al trasplante.
Ya os ha dicho mi hermano que la variedad seleccionada para el experimento es la lechuga Mortarella Verde d´inverno. Cualquier romana ú oreja de mulo puede usarse en su lugar. Se revuelve con un tenedor la tierra de las terrinas y acto seguido se compacta la misma. Después se empapa el conjunto de terrinas.
Al poco tiempo nacen las lechuguitas, todas apelotonadas.
Aquí se muestra el estado de las plantitas unas tres semanas después, momento en el que se puede hacer un repicado.
Este consiste en seleccionar los mejores ejemplares y volver a ponerlos en las terrinas, desechando las plantas más débiles. Todo esto se puede hacer pues se trata de un experimento con unas pocas lechugas. Para quien tenga que plantar cientos, esto sería ridículo: en ese caso se plantarían todas en un semillero, se arrancarían a raíz desnuda y se plantarían en tierra definitiva.
Se muestran las tarrinas una semana después. Se embalan unas pocas para plantar en terreno definitivo.
(Continua aquí)
Jajaja... estupendo paso a paso del cultivo de las lechugas Carlos. Yo este año no tengo, solo tengo una planta de tomate a la que tengo que ponerle una vara....
ResponderEliminarPorcierto esta noche voy a cenar al mercado calabajío.... y quiero una de pisto con huevo!!!!! y pan para mojar....
Biquiños.
Laura.
¡Que reportaje más didáctico! Me va quedando muy claro el proceso. La foto de la lechuga, preciosa.
ResponderEliminarQue bien tener la posibilidad de comer hortalizas plantadas en casa.
A ver si me animo y en un riconcito de mi terraza me hago un pequeño huerto. Todo es cuestión de ponerse.
ResponderEliminarBesos.
Como me ha gustado!!
ResponderEliminarEste año he plantado en mi mini terraza: 4, ja ja y ya estan casi para recoger cosecha!!
Seguiré esperando. Un saludo a tu hermano de mi parte
Recuerdo como mi padre lo hacía, de modo similar, cuando se jubiló alquiló un trozo de tierra y creó un huerto maravilloso, allí había de todo: habas, tomates, alcachofas, coles, guisantes, berenjenas, ... de todo... todo el año siempre en el huerto.
ResponderEliminarLas lechugas, nada que ver con las compradas, que tiernas, ...
a esperar la segunda parte.
Besos
Realmente, con lo que queremos que os quedéis, es que si tenéis posibilidad de plantar cosas en casa, con un cuidado casi diario, no lo desaprovechéis. Es todo bastante asequible y la recompensa es enorme (y el orgullo máximo). No digamos ya, si el género que plantamos y recolectamos es ideal, como es esta Mortarella.
ResponderEliminarQué sabor....
Carlos, me veo comprando un terreno.....qué bonitas la lechugas...!!!!
ResponderEliminarMe dan mucha envidia porque tienen que ser deliciosas, pero creo que por ahora, me conformaré con leer tus entradas. Pero todo llegará...
Un saludo, Begoña
No sabes como me ha gustado el post Carlos, yo que ando intentando empezar a plantar algo. Fantástico paso a paso. Gracias.
ResponderEliminarBesos
Que gran post. Tu hermano genial!! No sabia que había una variedad de lechuga que se llamaba "Oreja de Mulo".
ResponderEliminarCon esto de las lechugas, parece que todas saben iguales y no es así. Las de bolsa son cómodas, hay unas marcas mejores que otras, pero en todas hay un denominador común: les falta sabor. En cambio coges una buena lechuga romana, bien lavada, bien centrifugada y está dulce y hace "crik crak" en la boca...! y las de bolsa son muy bonitas y mucho colorido, pero no crujen...
Bueno, es mi opinión.
Un saludo Carlos.
Aprendemos tanto contigo!!!!!!!!!
ResponderEliminarAhora cada vez que coma lechuga no voy a poder evitar acordarme de tí, jaja.
Besitos sin gluten
Que trabajo tan meticuloso ... estoy deseando ver el resultado ya!! Muy buenas instrucciones, la pena que me da a mi no poder plantar nada!! en un piso se complica mucho! Un saludo, Montse.
ResponderEliminarEN SERIO QUE ESTE TIPO DE LECHUGA TIENE UN SABOR TAN ESPECIAL?COMO SE NOTA, POR QUE PARA MI NO HAY MUCHA DIFERENCIA ENTRE UNAS LECHUGAS Y OTRAS.PERO BUENO LO DE LA PLANTACION ESTA CURIOSO Y MUY BONITO,CARLOS ERES UN CRACK.
ResponderEliminarpuedo hacerlo en tierra normal?? o necesito el sumo de lombriz, tierra de comporta o todas esas cosas???
ResponderEliminarHola Alma, sí, se puede hacer en una tierra normal aunque algo abonada con sustrato o fermento natural (compost). No necesita un tipo de tierra específico.
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