Hace unos meses mi hermano y mi cuñada nos regalaron un bote de aceitunas italianas que cuando las abrieron para comprobar lo buenas que estaban lo que dijeron al unísono fue un sonoro '¡pero si no saben a nada!'. Bien es verdad que fue esta marca en concreto, porque en Italia se hacen aceitunas aliñadas excepcionales (para nada mejores que las de aquí) pero la decepción fue tal, que aunque acabaron aliñándolas decidieron no comprar más y optar por olvidarse del tema. La cuestión es que por casa tenían otro bote el cuál era también grandecito, y ya no sabían que hacer con él así que como no tienen mucho tiempo nos lo regalaron advirtiéndonos de esta cuestión y dándonos a su vez la genial idea de publicaros como 'apañar' un desastre insípido de estas características. Como nos ha pasado ya con alguna que otra compra aceitunera, os mostramos (con otras aceitunas eso sí) lo que podemos llegar hacer con unas olivas tirando sólamente de una técnica universal que mucha gente conoce y otra desconoce, y que en casa de mi madre se ha hecho desde hace mucho años. ¿Os apetece aliñar aceitunas comerciales con un sabor sorprendente?.


Bueno pues os imaginaréis que era verdad, probamos sus aceitunas y efectivamente eran insípidas a más no poder. Aviso, los aliños sobre aceitunas comerciales no quedan exactamente igual que si aliñáramos aceitunas caseras en salmuera. Siempre les queda algo de ese toque ácido que le aportan los conservantes o estabilizantes, pero bueno, con esta técnica tienen un muy buen pase. Ya en otro post os mostraba como mi suegro aliña año tras año las aceitunas de las variedades verdiales, carrasqueñas y arbequinas que recoge él mismo de su pueblo. No lo vamos hacer exactamente igual, porque su aliño sí que es un manjar, vamos a utilizar un aliño más sencillo basado en el pimentón y el picante que en mi casa se ha hecho desde siempre, y que en verdad se elabora como muchas de las aceitunas comerciales que nos encontramos en tiendas y sitios de encurtidos.


Dos recomendaciones aparte y que vienen al caso. Una para los que sois de Madrid. Para aceitunas a granel exquisitas, Carlos las vende a granel y en un puesto de la galería comercial del Parque de las Avenidas en el barrio de la Guindalera con una calidad indiscutible. Ellos sí que saben, incluso aliñan algunas ellos mismos con un resultado sorprendente. La verdad es que trabajan con uno de los mejores proveedores de encurtidos de Madrid (y no estamos exagerando), no tenéis más que pasar por allí y comprobar lo que os decimos. La calidad de algunas variedades como las siempre decepcionantes aceitunas negras, aquí no ocurre. O con las Camporreal frescas, las gordales, o las de Aragón; o una de nuestra favoritas, las aceitunas picantes, algo único. Será por variedades... madre mía, están todas buenísimas, y para precios los hay para todos los gustos. Hay desde luego una diferencia notable con otros establecimientos parecidos. Pasaros y veréis.


Y la otra, como aceitunas aliñadas comerciales siempre os vamos a recomendar las mismas. Las mejores aceitunas de bote que hemos probado jamás (y ojo, para nosotros) son las aceitunas al estilo Canarión de Artiles Ramirez (Empresa Mojo Canarión Artiles S.L, Transversal. Juan Arocha Ayala, 29), fábrica sita en Gran Canaria y en concreto en Ingenio de Gran Canaria. Hace mucho tiempo que nos las vemos en la clásica feria de productos canarios del Alcampo, y hace poco hablamos con la dueña y parece ser que Alcampo nos las pide porque durante un par de años que las vendíó no tuvieron mucho éxito. Bueno, esto era por otro lado normal, costaba el frasco 2,25€ y nadie las conocía. Lógicamente la gente se corta, pero qué equivocados que están. Son algo único, mágico, sabroso, naturales cien por cien, y las envasan ellos mismos con la aceituna de la zona. Tiene un cierto regusto a mojo rojo, con un sabor pronunciado a cominos. La mezcla es sublime y su sabor, para mi familia, no tiene competencia alguna.

Sobra decir que en su día fue probarlas y caer rendidos a sus pies (esto hará unos 7 años), y desde hace tres años nos da mucha rabia que ya no las traigan a la feria. A ver si en la próxima feria de Canarias en Alcampo que es la próxima semana, las vuelven a traer. Sería la gran sorpresa del año.

Bueno, y pasando al aliño de las aceitunas que sepáis que es harto sencillo. Ojo, existen decenas de ingredientes diferentes que aportan a las aceitunas sabores muy concretos. A nosotros nos gustan estos que os vamos a mostrar, aunque alguno que lo vea dirá '¡hala, si lleva casi de todo!', pues no, hay muchas variantes, daros una vuelta por los mercados.

Pues para medio kilo de aceitunas el adobo será el siguiente:

1 cda sopera rasa de Pimentón de la vera
1 cdta de pimentón picante
1/2 cda sopera de orégano seco
1 cdta de cominos recién molidos
1 pimiento choricero seco en cachos (opcional)
6 dientes de ajo golpeados
3 hojas de laurel partidas (opcional doraditas en unas gotas de AOVE)
3 ramitas de tomillo en rama
2 clavos (pequeños) recién triturados
1 ramita de romero en rama (opcional)
50gr de sal gruesa (o al gusto, que queden sabrosas)
5 cda de vinagre blanco (1 cda cada 100gr)
Agua mineral (hasta cubrir) (o agua reposada 24 horas)


El recipiente dónde las guardemos debe de estar limpio y no digamos si las vamos a conservar, en ese caso habría que hervirlos, guardarlos boca abajo y siempre muy bien cerrados. Las aceitunas en todos los casos se deben de rajar a mano con un cuchillo (tener paciencia), ya que así cogen pronto el sabor.

Pues la preparación es muy fácil. Primero se tira el agua que viene en el bote original (a veces dejamos un culín). Se echan ahora todas las guarniciones y se rellena de agua mineral y sal. A los cuatro días (más o menos) ya se pueden comer, agitando los botes cada noche. No conservarlas en el bote más de un mes, y siempre guardarlas en la nevera, sobre todo en verano.


Y por último una nota. Al estar ya 'hechas', el vinagre no las adultera, no temáis por él.


Salud.