Nuestras gachas manchegas familiares (edición 2009)
Veréis, cada vez nos damos más cuenta de la importancia tan grande que tienen las gachas en mi familia. Os lo podréis imaginar si celebráis todos los años alguna comida especial entre vuestros seres queridos, pues bien, por fin tuvimos esta gachada anual en casa de mi madre con menos bombo que otros años, porque la verdad, es que las cosas han cambiado en parte. Os podréis imaginar ahora a mi madre con un nieto, no dedica como antes y como es lógico, todos sus esfuerzos y tiempo a la celebración de la misma (porque entre otras cosas no lo tiene), y se agobia mucho más que antes aunque sin razón, porque a mi sobrino (y a todos) no nos falte de nada. Las abuelas son así.
De todas formas mi hermano le ayuda mucho a elaborarlas, y es él el que estos últimos años las prepara (la gacha) mientras mi madre le va guiando y suministrando todos los ingredientes (que no son pocos). El caso es que la gachada sigue siendo una fiesta gastronómica en toda regla y qué os vamos a contar que no sepáis de estas reuniones, buenas viandas, buena compañía y en nuestro caso a plato puesto. Qué más se puede pedir. Algo que al menos sabemos valorar.
Ya sabéis que este acontecimiento coquinario lo celebramos al menos una vez al año, y creo que ha sido así todos los años. Madre e hijos intentamos cuadrar las agendas para poder asistir a este evento gastronómico único y genuino que ya en otros posts os contaba como lo elaborábamos y los pasos que seguimos. Quizás hoy por hoy sea la reunión gastronómica más importante en mi familia, junto con la callada (callos a la madrileña) y la improvisada reunión para degustar el pote gallego (pendiente está postearlos). Y esto lo sabemos porque este año por ejemplo, hemos fijado la fecha de las gachas desde mediados de Diciembre.
Quizás este año ha sido una reunión más especial porque mi sobrino está precioso (18 meses), y daba gusto verle chupetear un corrusco de pan al lado nuestra, mientras se reía, y ponía cara de asombro, y al poco se iba quedando dormido, mientras veía atento como nos pegábamos el festín. Está para comérselo. También, y en otra sintonía, tuvo que ver un poco el excepcional vino que degustamos y como no, el gran soufflé que compramos en la famosa pastelería Gómez, dónde este postre es una de las tantas especialidades de la casa (¡este ejemplar era de más de 2 kilos!).
Las viandas cárnicas como siempre excelentes, lomo de cerdo ibérico, salchichas frescas, hígado de cerdo, tocino adobado y un exquisito chorizo fresco de Zamora. La morcilla (que estaba demasiado fresca) era excepcional y de indudable calidad. Ya la habíamos probado en un cocido madrileño, y la verdad es que es de lo mejorcito.
Esta morcilla de Burgos la trae mi hermana por una compañera de camino de Santander. Se trata de una morcilla de la localidad de Sotopalacios, famosa precisamente por este embutido. La marca es 'Agueda González Martínez y Otro' (no veo nada en Internet) y quizás sea una de las mejores morcillas de Burgos que hayamos probado en años junto con las genuinas morcillas de Palencia, y aquellas burgalesas que comprábamos en la calle Santander, en un aledaño de la plaza del ayuntamiento. Estas se deshicieron un poco por estar demasiado recientes (fritas sin iel).
Por lo demás, nada que destacar. La harina de almortas es tradición en mi casa comprarla de Tarancón. Y las guindillas genuinas piparras junto con los encurtidos de la tienda de Carlos (Charlie), de la galería de alimentación del Parque de las Avenidas. Todo extraordinario.
Esto es repollo picado aliñado con ajo, comino y vinagreta para rebajar calorías.
Para los que no sepáis a qué saben las gachas, éstas saben a torrezno y a ajos, con un leve matiz a hígado fresco a la plancha y con un regusto final al pimentón y (en nuestro caso) a alcaravea. Aunque estos matrices varían según el tipo de gachas que se tomen. Pican y poseen una textura de una papilla de maizena salada que acompañada con pan es uno de los manjares por excelencia de nuestra gastronomía más pobre y popular. La morcilla se fríe aparte.
En fin que un día lleno de grandes momentos, y de gran tradición. Qué se repita mucho tiempo.
Salud.
21 comentarios:
**** A T E N C I O N S I D E J A S U N C O M E N T A R I O ****
Muchas gracias por dejar un comentario. Puedes preguntar lo que desees y en el menor tiempo posible te daremos una respuesta.
Para evitar comentarios spam y de publicidad no consentida hemos activado un período de forma indefinida en el que los comentarios estarán pendientes de moderación.
Mercado Calabajío se reserva el derecho de publicación de comentarios que contengan nombres de comercios, tiendas, publicidad o cualquier sospecha de indexación en los buscadores. .
También puedes mandarnos un correo a por la sección de 'Contactar' del blog y te contestaremos lo más rápido posible.
También puedes contestar cada post desde las plataformas de facebook o twitter accediendo desde los iconos superiores del blog.
Toda la información referente al correo electrónico y nombre y apellidos del comentarista, está amparada por la Política de Privacidad de Blogger, propiedad de Google INC.
Perdonad las molestias.
Se me estan cayendo las lágrimas.
ResponderEliminarSin comentarios
Muac
No las he comido pero de verdad que me imagino el ambiente....
ResponderEliminarEnvidiable.
Un lujazo, la comida y la compañía.
Un abrazo,
María José.
Que lujazo de comida y de ambiente. No se cual de las dos cosas me gustan mas: si la comida (espectacular) ó la reunión familiar con niño incluido, con las ganas que yo tengo por tener nietos y no hay forma!!
ResponderEliminarMe figuro que esta semana estaréis en plan comida ligera...para compensar!!
Un beso
Su: no me extraña...
ResponderEliminarMaria José: parece un plato totalmente ajeno a los tiempos que corren ¿verdad?
Carmen: jejejeje vaya vaya con los nietos, hijos, sobrinos etc. Nuevos vínculos que hacer revivir sensaciones e instintos aletargados. A las abuelas os abducen (que no veas), a los tíos nos hacen mirar por primera vez al cielo a ver si viene la cigueña, ya no se habla de nada que no sea el niño/a, todo es el niño/a. Pero la verdad es que con razón. Son tan guapos, monos y adorables. A ti que eres madre, qué te vamos a contar.
Un saludo a las tres
Menuda comilona!!!
ResponderEliminarLas gachas se ven deliciosas.
Ese soufflé se ve de lo más rico!
Un besino!!
Que bien describes las sensaciones familiares, yo estoy deseando ir a Madrid para estar con mis sobrinos-nietos, que tengo ya unos cuantos, porque creo que ninguno de mis tres tres hijos está todavía mirando al cielo por si viene esa deseada cigüeña...pero llegará estoy segura y además os vais a enterar!!!
ResponderEliminarLas gachas!!!
ResponderEliminarPero si la comida no es tan importante , lareunión els principal y motivo de fiesta.
Suelo hacer un par de reuniones al año, una es en agosto, por el cumpleaños de Pau, y se hace la pierna de cerdo al horno.
Tendré que pensar seriamente en montar otras comilonas monotemáticas.
Felicidades por esos esncuentros, y si ya hay uno más mejor :))
Madre mía, qué hambre. Me lo comía tó.
ResponderEliminar¡Gachas!, uno de mis platos favoritos. En su versión "jumillana" las comía más espesitas y metiendo mano directamente en el puchero con generosos trozos de pan...mmmm. De solo pensarlo me pongo malo. :-)
ResponderEliminar¿para cuando uans migas?
¡Cómo me alegro de haber conocido este blog! De verdad que esas gachas son igualitas a las que hacía mi abuela. ¡Qué maravilla! Encantada de conocerte. Un abrazo. Sonia
ResponderEliminarCarlos esta mañana he visto tu entrada pero no he podido detenerme. No he comido nunca gachas ,ni siquiera las había visto. Había oído hablar de ellas pero nada más. Lo que me he perdido!!!!!
ResponderEliminarUna comida espectacular!!!!!
Con lo que me gustan a mi estos platos tradicionales....y todo ese acompañamiento.....no se que más decir, que me muero por probarlas y que no lo dejaré pasar. Seguro.
A tu familia le vamos a hacer un monumento, lo que dais de si entre todos....Enhorabuena!!!!
Un saludo, Begoña
Lo importante no es la comida en sí, sino la reunión de toda la gente querida alrededor de una mesa. Nosotros nos juntamos una vez al año ante un cocido gallego que mi suegra sirve en una fuente de 1 metro de largo!! No veas lo bien que nos lo pasamos, sobretodo en la sobremesa!! Entrañable tu relato como todo lo que muestras.
ResponderEliminarun abrazo
Vanesuky y Lunarillos: nos alegramos que os hayan gustado
ResponderEliminarCarmen: revindicando tus derechos
Dolors: es interesante 'imponer' varias reuniones, que luego los hijos las heredan y se crean nuevas tradiciones.
Rms: hace años también las comíamos del propio puchero, se enfrían menos.
Sonia: seguro que más me alegro yo de que entres a vernos. He estado ojeando tu blog y aparte de las recetas me encantan tus fotos.
Begoña: Bueno, pues ya sabes algo más.Vayas piropos que nos dices. Muchas gracias.
Pilar: desde luego, la reunión es lo mejor. Por Dios, espero ver pronto una foto de esa fuente de 1 metro.
Un saludo a tod@s
¡Me encantan! hace años que no las como, desde que mi vecina Lolita, de Villarejo de Salvanés se mudo de casa, cuando las hacía siempre me invitaba a formar parte de la comilona.
ResponderEliminarYo no las he hecho nunca, no me he atrevido y no se si me atreveré, y menos después de ver esta maravilla.
Besos :)
PD: ¿Vives en el Parque de las Avenidas? Yo muy cerquita.
Hola Margarida, mándame un correo que yo no he encontrado el tuyo a recetascaseras@mercadocalabajio.com y hablamos de estas cosas (si quieres). Un saludo y gracias por escribir.
ResponderEliminarLo principal son las reuniones familiares para disfrutar con uno de los mayores placeres de la vida, disfrutar de la buena mesa, sea lo que sea, pero que haga disfrutar a todos. Nosotros hacemos muchas reuniones familiares y de eso nos aprovechamos muchas veces, para que hagan de 'conejillos catadores', les encanta ;)
ResponderEliminarFelicidades a tu familia Carlos, y eso, que se celebren muchas más!!
Desde luego que estos momentos son genuinos, la verdad es que hay que intentar continuar con estas tradiciones porque así nuestros hijos harán lo mismo. Nosotros lo hacemos a veces con 'migas' y pronto tocará hacer calçotada, que ya es la época.
ResponderEliminarA todo esto, Carlos... ¡que gachas, por dios!
Saludos,
Anna
Velsid: gracias chicos, esperamos celebrar muchas más!!
ResponderEliminarAnna: Qué bien, calçotada!!! El año pasado la hicimos nosotros con calçots nuestros mira, y nos encantó. Nos pirró. Espero que la disfrutes mucho.
http://www.mercadocalabajio.com/2008/04/la-gran-calotada-2008.html
Un saludo a todos
Carlos, vaya calçotada mas auténtica os organizasteis, con sus sarmientos de viña y todo!!
ResponderEliminarEstán buenos, eh! y mira que no es más que una cebolla calzada o tapada, pero con ese romesco... ohh!
No hay que olvidarse del babero para comerlos! (ja, ja....)
Hola Anna, ¡¡¡no los encontramos!!!, pero anda que no hubiera estado bien. Un saludo.
ResponderEliminar¡Dios mio!
ResponderEliminarQue ganas tengo de probar unas gachas de verdad, aquí en Mallorca no se comen estas viandas, más bien cosas menos consistentes debido a la temperatura ambiente que tenemos casi todo el año a excepción de ayer y hoy que estamos a 6ºC.
Se me hace la boca agua solo de ver las fotografias.
Un saludito. Carmen