Hola amigos. Y seguimos con las berenjenas. Aunque la moussaka, mussaka o musaca auténtica no lleve puré de patata ni carne de ternera, nosotros preparamos una versión de la misma con dicha carne y además incluimos una línea o capa de puré de patatas natural, la cuál le da un toque diferente y cierta untuosidad en boca, algo que aunque no la haga falta a este plato nosotros lo apreciamos un montón. Y ahora que lo pienso, siempre tengo pendiente hacer una auténtica moussaka con carne de cordero (picada) pero claro, nos hemos acostumbrado a ésta versión más occidental hecha con ternera (o mixta de cerdo y ternera) y nos da pereza cambiar de estilo porque nos encanta, aunque todo llegará claro está.


Pues ya en otro post os hablaba de la moussaka y de su origen, y os advertía (entre otras cosas) que en cuanto a la bechamel había que hacerla más bien espesa al igual que el tomate frito, porque si no el plato calentado resultará quedar más líquido que de la cuenta, aunque para gustos los colores ojo. Aun así, yo creo que debemos de eliminar todo el agua de la carne en la misma sartén dónde se rehoga y todo el agua del tomate es decir, debemos de reducir cualquier tipo de líquido a cero, que ya habrá tiempo de mezclarla con algo de bechamel o de tomate para ganar en humedad. Por tanto, acuosidades NEGATIVO.

Así que si os decidís a prepararla, apuntar que la moussaka auténtica debe de llevar siempre 3 capas de berenjenas, y no es tontería, cuando más alta, más rica, o por lo menos eso nos parece. En nuestro caso además usamos la berenjena Listada de Gandía que ayer os conté. Nos os podéis imaginar la nota de gracia que dio al plato con su ternura y sabor, pero sobre todo (y estaréis de acuerdo conmigo) de que la idea de que son tuyas y que han crecido en tus modestas tierras, sugieren aún más a la hora de comerlas ¿verdad?.

Bueno, pues en cuanto a los ingredientes tendremos que tener a mano y para dos personas, 300gr de carne picada, 2 berenjenas medianas (usamos nuestra listada de Gandia), 1 huevo (para esta bechamel), harina, 1 cebolla, leche entera, tomate frito natural (si no de bote con calidad), sal, cayena (opcional), pimienta negra, jengibre fresco, 1 diente de ajo (opcional), tomillo, albahaca (las especias mejor frescas), nuez moscada (mejor en fruto), queso rallado (opcional), 2 patatas medianas o 1 grande, mantequilla y AOVE.


Bueno, pues una vez en faena y con todos los ingredientes en la encimera, pondremos a pochar media cebolla cortada en brunoise.


Luego, o mientras, cortaremos las berenjenas en finas capas. No utilizamos la mandolina porque la berenjena la hacemos a la plancha y nos gusta que ésta posea algo de carne, pero si queréis cortarla en la mandolina genial. Ya sabréis que cortáis rodajas muy finas, a lo mejor tenéis suficiente con una sola pieza de berenjena.


Nosotros ahora las colocamos con sal en un recipiente colador y sobre un plato. Así no se nos ponen negras, y eliminan aguas que muchas veces pueden darle un toque amargo al plato. Pero esto es opcional.


Mientras sudan, iremos preparando la carne. Para ello picaremos algo de ajo y empezaremos a sofreírlo en una sartén con algo de AOVE.


La carne hay que especiarla, y para ello usar (si es posible en fresco) tomillo, albahaca, jengibre rallado (le da un excelente aroma), pimienta negra recién molida y sal. Opcionalmente se le puede echar un poco de cayena. Si a la carne no se la especia, no pasaría nada, pero la moussaka no sabrá muy diferente a unos clásicos canelones, aunque tampoco es una mala idea ¿verdad?. Una vez la cebolla esté pochada, añadirla por encima.


Y mientras se hace la carne iremos pelando, lavando y partiendo las patatas para cocerlas en agua con sal durante 20-25 minutos. Podéis cocerlas con piel.


Cuando la carne haya acabado de sofreírse, la escurriremos durante 10 minutos en un colador para recuperar el aceite el cuál va a ser ideal para saborizar y cocinar la salsa bechamel.


Una vez la carne esté bien desengrasada, le añadiremos el tomate frito casero y natural. Yo desde luego que suelo utilizar éste, pero si preferís tomate frito de bote pues muy bien. Mezclar bien.


Ahora, empezaremos una clásica bechamel. Para ello usaremos como grasa la mantequilla y el aceite de la carne y una cucharada sopera y media de harina, bechamel no debe de faltar. Rehogaremos bien ésta y empezaremos a añadir leche ligeramente caliente. Luego como siempre, pimienta, sal y nuez moscada.


Una vez la tengamos hecha, echaremos la yema de huevo y removeremos inmediatamente. Como queda mejor y sin riesgos a que cuaje es batida y disuelta en la salsa, pero eso como lo veáis. Esta parte es importante porque la bechamel ganará en gratinado-tostado y además viene en todo recetario que se precie. Pero como siempre, es opcional.


Cuando hayamos acabado reservaremos la bechamel con papel film o plástico de cocina para que no se reseque.


Ya sólo nos quedaba pendiente trabajarnos el puré de patatas, para ello más mantequilla, leche y a mano un pasa purés. No dejarla líquida. Mantenerla caliente en la vitro y al mínimo dando vueltas de vez en cuando.


Ahora por fin, empezaremos hacer a la plancha las berenjenas. Hay gente que las hace al horno, o las fríe en mucho aceite. Nosotros a la sartén y con sólo unas gotas de éste (y sal).



Ahora empezaremos a preparar la moussaka en sí. Para empezar una fina capa de tomate frito.


Ahora una primera capa de berenjenas sin apilar.


Luego una primera capa de carne picada humedecida con tomate frito (se puede echar algo de bechamel).


Ahora una más de berenjenas..


Ahora empezamos a extender el puré de patata..


A continuación una nueva capa de carne, como vimos que nos quedábamos sin ella por que cargamos mucho la primera capa de la misma, la extendimos más espaciadamente (esto luego no se nota).


Por último, la tercera capa de berenjenas. Y ya habremos llegado al techo.


Napamos muy bien con la bechamel y el queso rallado y al horno 30 minutos a 200º y por supuesto un final de grill.


Este es el aspecto final...


Y emplatado...


Salud y buen fin de semana.