Hola amigos. Os tengo que hablar sobre una bebida que hemos tenido la suerte de probar hace escasamente un semana gracias a la tienda de productos ingleses The Food Hall en San Sebastián de los Reyes (Madrid). Os reconozco que la existencia , por tanto la historia de este refresco nos era totalmente desconocida. El caso es que la bebida se la agenció mi hermano del stand de Soft Drinks de la propia tienda y me lo trajo hace más de un mes para que lo probáramos, y de verdad que nos impresionó. Fue probarlo y caer rendido ante la calidad y sabor de una bebida de extractos (en este caso de cola), la cuál está perfectamente conseguida, perfectamente envasada (en botella de cristal) y con un sabor muy logrado y natural que la hace diferente al resto de ofertas comerciales.


Pues sí, todavía me estoy acordando del momento de la prueba, desde luego que teníais que haber visto nuestra cara, a veces parecemos niños pequeños. Pues parece ser que este refresco de cola inglés no está sólo en la curiosa oferta que ofrece esta compañía de bebidas derivadas de fermentaciones de raíces botanically drinks (principalmente de jengibre y de plantas variadas), así que al entrar en su web te das cuenta que existen varias opciones muy interesantes.

Para empezar un refresco de limón con una pinta bárbara (Victorian Lemonade), a todo esto será mi próxima adquisición. También un curioso refresco de diente de león y flor de cardo (Dandelion and burdock). Otro clásico de naranja, pero con un 30% zumo de naranja navelina sevillana. Por último uno de los más ancestrales, el de cerveza de jengibre, que lógicamente será de compra obligada. Todos son cien por cien naturales, y la verdad es que a un precio bastante aceptable (1,70€), menos que un refresco de tirada nacional tomado en cualquier bar o cafetería de nuestro país, y encima son 270 ml.



Pues esta empresa inglesa llamada Fentiman's le debe su nombre a su fundador, el cuál lógicamente se apellidaba de la misma manera. La compañía lleva ya mucho tiempo produciendo cervezas y refrescos en el mercado anglosajón y su historia comienza allá por el año 1900, cuando un comerciante colega del tal Thomas Fentiman se acercó a pedirle un préstamo para un negocio sorprendente, una bebida fermentada natural en base a raíces y hierbas. Al parecer, le contó que lo que estaba elaborando era una fermentación de jengibre basada en procedimientos mecánicos y sin química alguna. Thomas no dudó en darle el préstamo (sería poca cantidad supongo) y acabar el trato con un estrechón de mano (sin papeles). Por cosas de la vida (que no cuenta nadie en lnternet) el comerciante dejó el experimento el cuál dejó aparcado para siempre, y el préstamo nunca le fue reembolsado a Thomas. Al parecer, y en vista de la inversión, Fentiman intentó sufragar el gasto haciéndose con la receta original del refresco, y con la producción del mismo. Y todo lo demás es historia.


Al parecer la elaboración de esta pseudo cerveza es un proceso muy simple dónde intervienen raíces de plantas y hierbas. La receta original parece ser que consiste en que se muelen raíces, que mezcladas en una vasija especial de cobre con vapor de agua de manantial, hace que éstas cuezan en cierto modo a fuego lento (leyendo esto me recordaba el aparato que usaba el perfumista Giuseppe Baldini en la película de El Perfume, del alemán Tom Tykwer). Es en este momento cuando liberan todo su sabor. A esta mezcla original, aparte de las hierbas, se le echa azúcar, levadura de cerveza y todo ello fermenta en grandes tinajas y posteriormente, en la propia botella. Hoy por hoy se hace igual en casi todos los refrescos, aunque con distintos medios técnicos y añadiendo algo más de ácido fosfórico (E338) para que se consiga que el producto tenga más gas, una vida más larga y que el alcohol (en su cerveza) no supere los 0.5%. También algún colorante natural (caramelo), saborizante natural de cola, extractos del árbol de la catuaba y de la refrescante guaraná, y la necesaria cafeína.


Bueno, y por último, este refresco que algunos han traducido como cola de la curiosidad, posee una fórmula que conserva intacta la tradición y forma artesanal de hacer una buena bebida de cola (en el sentido de curativa) pero con los ingredientes propios de Fentiman, que según veis más arriba, son transparentes y cien por cien fiables.

Cabe destacar que el logo de Fentimans viene de un pastor alemán perteneciente a las primas de Thomas, can que fue ganador durante dos años consecutivos en una prueba de adiestramiento propia de aquella época.

En fin, es curioso que se consiga con jengibre pero el resultado es formidable. Además, cuando nos bebimos el contenido del refresco quedaba un pequeño poso en el fondo de la botella que para la web del fabricante es el resultado visual de la propia elaboración artesanal, y hace que la calidad sea patente.


Pues eso es todo. Sólo os puedo resumir que desde que la abrimos, hasta que la terminamos, disfrutamos como enanos, aunque he de reconocer el que más disfrute fui yo porque la verdad es que siento mucha pasión por los refrescos de cola, lo habéis notado ¿verdad?. ¿Es objetivamente el mejor refresco de cola que hay hoy por hoy en el mercado. Puede que sí, puede que no. Por un lado me parece que capta al que rehuye drásticamente de todo lo que sea artificial, y por otro lado le falta algo de fuerza o gas que para mí es imprescindible en un refresco de este tipo.


Aunque quizás no sea la mejor, es la más original, que no es poco.

Salud.