Cómo preparar en casa un bollo gugelhupf o kugelhopf

Hola a todos. Hoy vamos a preparar un dulce sorprendente que yo tampoco conocía, el gugelhupf austríaco. Es difícil de pronunciar o escribir ¿verdad? Bueno, pues ir tomando buena nota de todas sus letras porque vais a aprender hacer rapidamente un nuevo bollo esponjoso y mojable que no olvidaréis. Y la culpa la tiene mi hermano, que el post es de él íntegro. Al parecer lo hizo hace bien poco y me comentó por teléfono que lo bloggeó en su casa para que lo viérais.


Pues según él, lo bueno que tiene este bollo es que normalmente sale muy bueno porque es fácil de preparar. Eso sí, los ingredientes deben de ser de primera, porque eso a la postre y nunca mejor dicho, se nota. En fin, que espero que os guste el artículo y de verdad, lo que siempre os digo, en este blog faltan recetas de repostería. Así que espero que con los meses esto cambie y os pueda ofrecer muchas más, con o sin vuestras aportaciones (a la espera estamos también de las pruebas de roscones de reyes).

Bueno, pues vamos al grano. Según comenta mi hermano a pie de fotos este bollo es de origen centroeuropeo. Lo llaman también Gugelhopf, guglhupf, kugelhopf o también kouglof o kougelhopf, dependiendo de los países. Os aviso que aunque todos son más o menos lo mismo, no son del todo lo mismo. Aunque en el fondo existe una receta base única (podéis mirar en Internet).

Según leo este bollo es típico de la parte sur de Alemania y de Austria, aunque también de la alsacia francesa o de Suiza. En Austria precisamente hay una famosísima pastelería que además de ser antiquísima es la que elabora el postre original (llamado Kaisergugelhupf en honor al emperador austríaco Francisco Jose I). Hablo pues de la pastelería Zauner, en la localidad austríaca de Bad Ischl. Esta famosa pastelería se fundó en 1892 por un tal Johann Zauner, un distribuidor de vino y confitero que empezó en este negocio por vocación. Dicen que la receta original está tomada de una actriz llamada Katharina Schratt, la cuál confeccionó este postre a su amante, que como os podréis imaginar era el mismisimo emperador. Desde entonces se lleva haciendo a destajo y con un éxito tremendo, traspasando fronteras y adquiriendo ciertas variaciones que al parecer son todas exquisitas.

Os comentamos que la receta original probablemente se haga ya con maquinarias profesionales tipo hornos adecuados, amasadoras etc, y con algunos ingredientes tales como harinas especiales o levadura de panadería, con lo que el resultado no será exactamente el del original. Pero en internet se muestran numerosas recetas con levadura química, y por eso que se animara mi hermano a hacerlo.

Por último es también muy importante el molde, pero como mi madre tenía por casa uno casi perfecto, mi hermano lo utilizó. Es que si lo queréis hacer bien es así como se presenta. Y una cosa, sobre los moldes estos los podéis encontrar fácilmente en cualquier tienda especializada en menaje de cocina, y si no en el recurrente El Corte Inglés.

Bueno, pues os dejo la receta a ver si os gusta. Yo no lo probé, pero he probado otros bollos parecidos los cuáles ha hecho también mi hermano, y me encantaban.

Antes de nada, se preparan en la encimera los ingredientes que vamos a usar.


Se ponen cuatro huevos frescos (enteros) y se baten con azúcar (250 grs), que será mitad moreno mitad blanquilla.





A los 2 minutos aproximadamente se echan 200 cc de aceite de oliva (mi hermano usó virgen extra), aunque si tenéis mantequilla, para el gusto final es mejor.



A los pocos segundos se echan ya varios ingredientes: 200cc de leche, ralladura de limón (de medio limón grande) y una cucharada de azúcar avainillado.







Se mezcla la harina (375 grs), previamente mezclada con la levadura química, con los líquidos previos. La consistencia es importante. Esta debe de quedar pesada para poder admitir los frutos de forma homogénea y que así no desciendan al fondo.





A continuación se echan frutas confitadas multicolores, pasas de Corinto, así como nueces de California o del Pecán al gusto (ver fotos para hacerse una idea).




Se remueve correctamente durante unos minutos (es importante la distribución).



Esta masa se mete en el molde previamente enmantequillado y enharinado







Se deja reposar durante unos minutos.



Un buen rato antes se calienta el horno a 200 grados y se mete rápidamente. Se deja dentro de él unos 50 minutos (pero hay que ir controlándolo dependiendo del horno). Aquí tenéis una instantánea de padre e hijo mirando con preocupación el horneo del Gugelhupf.



Pincharemos para comprobar su estado interior (si sale húmedo, le faltará un poco)





Se le saca del molde y se le gira.



Se le espolvoréa de azúcar glas.



Este es el resultado.


Espero os haya gustado.

Salud.

3 comentarios:

  1. Mamma mia, no dudo que el Gugelhupf te saliera bueno, pero tienes el dulce mas dulce al ladito... por Dios, una delicia todo, pastel y foto maravillosa con bebé dulcísimo. Te felicito!
    Anna

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  2. Hola buenasmigas, pues si le vieras ahora. ¡Está hecho un grandullón!. El bollo buenísimo. Un saludo.

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