No es por nada chicos, pero si te dejas casi 4€ en una botella (pequeña) de agua que sólo sabe a agua corriente (como quién dice), creo que estaréis de acuerdo conmigo en que este agua a la postre es una gran decepción. Ojo, no pido que el agua sepa algo diferente que no sea agua, pero sí le pido que si me invierto en agua mineral, que al paladar de resulte diferente por ejemplo, siendo con gas natural (o no), gruesa y/o saciante. Que sea en definitiva cómo esas aguas naturales que todos hemos bebido en fuentes naturales de sierras y pueblos. Porque en serio, aunque comprenda que lo que se está pagando es agua mineral, prefiero mil veces (por ejemplo) una botella de agua natural mineral de Sierra de Jaen a una más insípeda Bezoya, aunque por otro lado ésta última sea ideal para cocinar, o para preparar por ejemplo comidas de bebés por su bajo contenido en residuo seco debido a una mineralización débil.


Este agua en concreto se diferencia del resto en que presume de haber inventado una técnica de tratamiento del agua revolucionaria. Ha conseguido incrementar 35 veces la cantidad de oxígeno existente en el agua, es decir sería algo parecido a una agua con una fórmula H2O35 en vez de ser H2O. Y es que leyedo en internet las premisas de la empresa y de todos sus productos, pretenden producir un agua muy particular con unas caraterísticas que en realidad no me compensan ni me interesan. Creo yo que este agua sería ideal para el consumo en el deporte profesional o en estados carenciales y puntuales de hidratación. Pero te das cuenta en seguida que no. Lo que realmente estás pagando es por un producto que posee un canon muy fuerte impuesto por el diseño del continente (precioso, por otro lado) que además es propiedad de un conocido estilista japonés afincado en París llamado Ora-ito. Si estas ideas surgen de una necesidad que demanda una sociedad que necesita lujo y diferenciación, entonces esto no va conmigo.

Bueno, y en cuanto a los aspectos generales del agua, la compañía le llama a este invento ‘Breathing water’, que viene a ser algo parecido a ‘agua para respirar’. Proviene del manantial de Tilburg en Holanda, y su eslogan es agua “para sentirte bien” y “estar más alerta”. Creo que además esta compañía Holandesa advierte de que su consumo hace que la asimilación de oxígeno sea más rápida, y no entre quince y veinte minutos después de la ingesta, como pasa con el agua normal y corriente. Por lo demás, ya os digo que es un agua muy fina, muy ligera y muy cara. Existe también un formato con gas (sparkling water), otro con sabor a Lichi y una serie de botes muy modernos (oxygen canisters) que contienen oxígeno puro. No dejan de ser muy curiosos pese al precio que cuestan (6€ la unidad), además existen con varios sabores y creo que todos los tenéis también la cadena de restaurantes Vips, o en la estupenda web de aguas gourmet wawali.



Bueno, ya os imaginaréis que mi opinión es muy modesta, pero os tengo que decir que mi afición por el mundo de las aguas comerciales se remonta a hace ya muchos años, concretamente cuando en España el número de aguas minerales envasadas era muy reducido y la afición era nula o casi nula. Recuerdo que en mi casa y desde pequeñajos, nos gustaba investigar y leer las etiquetas de las mismas con todos sus componentes, y como no siempre se ha bebido en mi casa pero eventualmente agua mineral como curiosidad, y siempre como algo lujoso que nunca derrochábamos.

Y ya os digo que no sólo me gustaba a mí compartir estos momentos, si no que en el fondo a toda mi familia. Por casa han desfilado decenas de botellas diferentes, y recuerdo haber leído grandes artículos en revistas que todavía recuerdo con ilusión y que ahora me gustaría tener. Pero el recuerdo más especial que tengo es cuando fuimos al balneario de Solán de Cabras hace unos años. Qué fin de semana tan especial. Lo pasamos muy bien y disfrutamos de sus aguas a destajo. Ahora recuerdo cuando compraba hace muchos años esos envases retornables de quince litros y además a más de un kilómetro de mi antigua casa. Recuerdo que los llevaba a pie hasta la terraza de casa de mis padres haciendo un montón de paradas por la calle porque el peso era horrible, pero claro íbamos a tener agua mineral de Solán de Cabrás mucho tiempo (hablo de hace unos quince años). Recuerdo que ese agua la comprábamo sobre todo en Navidades, porque se conservaba bien fuera de la casa y el envase costaba sólo 400 pesetas (la fianza del envase 700 pesetas). Todo un precio para un agua tan sobresaliente como la que emerge del acuífero de Beteta.

También recuerdo cuando encontré por primera vez el agua Lanjarón en Madrid, fue en El Corte Inglés de la zona de Goya. O cuando descubrí que el agua Evian vendía unos envases preciosos todas las navidades (sólo compré uno porque con el euro se subieron a la parra). O también cuando intentaba comprar un agua distinta casi todos los días en un supermercado de la zona de Quevedo, guardando además las etiquetas. Ahora me arrepiento de haberlas tirado (como aquella agua de Mondáriz que vendían hasta en botella de vidrio).


En fin, pues también seguí muy de cerca el nacimiento de la web de wawali, el finewaters español, la web importadora de aguas del mundo aquí, en nuestro país. Recuerdo que la idea de esta web era excepcional. Abarca de forma intuitiva y de navegación sencilla, fichas y fotos de aguas que puedes comprar en su tienda, aunque estas aguas se han ido aumentando con los años. Esta forma de publicitar estas aguas me gusta, pero le veo un pequeño gran fallo. Discrimina aquellas aguas por carencia de diseño y/o exclusividad, y no digamos las aguas nacionales, que no aparece casi ninguna, cosa que en otras webs internacionales sí. Esto dice mucho de la web, que pretende vender muy diferente al resto de tiendas, pero en mi opinión se están equivocando.

Y es que yo, y muchos de vosotros, hemos probado varias aguas de diseño, y de verdad os digo, que algunas españolas que puedes conseguir fácilmente en los super, les dan mil vueltas en propiedades, historia y calidad a estas tan modernas y caras. Creo que si el agua es recogida de un glaciar, o si está cerca de un volcán emergiendo a altas temperaturas, es algo curioso por supuesto, pero que nazca de un acuífero Jurásico único en Europa, o que en la localidad dónde nace exista una longevidad enorme, también lo es. Y es que encima estas últimas, valen diez veces menos y las venden en formato más abundante. Y no me digáis que es por la importación, mirad la Evian, no es barata pero a 1,40€ el litro y medio, es un precio estupendo.


¿Por qué entonces tanta diferencia de precio? pues muy sencillo, sólo y exclusivamente por la moda. Luego claro está, los medios, la publicidad, el diseño y la segmentación que es también crucial. Por que no es lo mismo el mensaje para un tipo de cliente de Beverly Hills, que para un rico terrateniente francés, ambos dispuestos a pagar dinero por aguas únicas, no les sorprenderá la misma. Al francés le tendrás que dar más calidad o exclusividad que diseño, y aun precio menor. Al rico americano más diseño que calidad, y a un precio mayor. Es por eso muchas aguas se presentan en envases de muchos tipos y formas, algunas diseñadas por conocidos modistas y estilistas. Harán envases de plástico para abaratar un poco más el precio final de un diseño caro, aunque está demostrado que el plástico empeora a la larga un agua envasada.


Yo de todas formas quiero comprar todas las marcas que pueda para satisfacer una necesidad innata que tengo con todo esto, y de paso contaros poco a poco cómo son. Ya sabéis que empezamos la sección de aguas ya hace más de un año, y pretendo seguir con ella mucho tiempo. Por ahora es verdad que hay más decepciones que alegrías, pero bueno, esto es lo que tiene invertir en algunas aguas que lo de menos es su procedencia.

Y ojo, a este nivel estoy de acuerdo con vosotros en que gastarse tanto dinero en agua es un lujo, sobre todo si vives en Madrid que el agua envasada es cien por cien prescindible. Pero de alguna manera todo este mundo me atrae, y personalmente siento menos culpababilidad en gastarme 7€ en una botella de un litro, que quizás otra persona. Aunque os advierto que si es un agua que sólo me parece normal, lo haría sólo una vez.