Y es que es su sabor, hasta incluso me pesa decir que las de Burgos (y mira que las he comprado buenas) las considero por lo general de un punto inferior que estas desconocidas de Palencia, que su jugosidad y punto de picante nos gustó de verdad muchísimo. Me recordó a las mejores morcillas de Burgos que jamás haya probado, y que compré en el año 1997 en la calle Santander en pleno casco viejo, gracias a mi vieja amiga Mireya, burgalesa de pro.
Pues es que la morcilla de cebolla Palentina es conocida por muy famosa por ser una pequeña obra de arte realizada con sangre animal (ternera o cerdo) y con la deliciosa cebolla de Palenzuela (tipo Horcal), la cuál, se pocha delicadamente para dar a la morcilla ese gusto final nada menos que excelente. Pues es que esta cebolla es conocida desde hace muchos años en la zona, y se consume en temporada de muchas formas, encurtida, frita, triturada, rebozada, hervida, al horno o cruda, reclamando siempre su presencia en la mesa y en definitiva entre los alimentos tradicionales singulares de Castilla y León, como son las morcillas. Existe además un día en el calendario para celebrar su fiesta, y leo que el Itagra (Centro Tecnológico Agrario y Agroalimentario de Palencia) "[..] ha puesto a sus técnicos a trabajar para definirla, justificar su área geográfica, su adaptación al suelo, a la topografía y al clima. Una entidad que integra a media docena de productores, Itagra, Ayuntamiento de Palenzuela y ADRI Cerrato Palentino. Este es el punto de partida avalado por una producción de más de 600 toneladas aunque en toda la región se cultivan más de 2.500 toneladas".
Y es que en el recetario tradicional palentino, uno de los productos clave en las matanzas domésticas es esta cebolla, siendo la morcilla de cebolla (sin arroz) la morcilla original de la región. Pero muchos que entienden de esto aseguran que aunque todo esto va en gustos, la morcilla palentina en todos sus versiones tiene menos fama de lo que debería "[..] por la suavidad y jugosidad que le confiere la cebolla bien frita en aceite de calidad y su ligero dulzor, originan un bocado excelente, con mejor palatabilidad que la morcilla de arroz burgalesa, tan prestigiada en España." Hasta wikipedia la menciona si buscáis por morcilla, y que sepáis, que en Burgos muchas empresas usan también en sus morcillas la cebolla de Palencia.
Pues bien allí en el puesto que sólo vende morcillas del mercado, compramos para la barbacoa primeramente tres morcillas (pesaron las tres más de un kilo) de cebolla y arroz a 2,60€ el kilo vamos, un precio estupendo y luego en el viaje de vuelta a la ciudad compramos más de 5 kilos para repartir entre familia y amigos, y de verdad, que si tenéis oportunidad de pasar por allí deberíais de probarlas porque es un lujo que os aseguro que no se ha explotado todavía, aunque os recomiendo sólamente que compréis por la zona las morcillas de productores artesanales.
Y ya por último, cuentan que de todas las morcillas de cebolla de Palencia, la mejor es la de Villada, las de un tal Demetrio Ramos y su mujer, Margarita Truchero Montero. Artesanos de larga tradición familiar (cinco generaciones previas) que presumen de producir 50.000 kilos de morcilla al año con mucho tesón y trabajo, teniendo en cuenta que "el proceso de elaboración actual es inevitablemente, muy manual. Después de pelar a mano la cebolla, se pica en máquina, se pocha con manteca de cerdo a fuego muy lento de butano, sin perderle la cara nunca a la cebolla porque se te quema en un minuto de descuido, se incorporan los condimentos y se envasan en tripa de vacuno mediante una embutidora hidráulica, se cuelgan para que se enfríen, se grapan y se cuecen para esterilizar la tripa y el conjunto". Parece ser que su hijo David va a seguir la tradición del padre.
Y poco más, además desde aquí os recomiendo de verdad que visitéis Palencia, porque os llevaréis una grata sorpresa, sobre todo porque sus gentes, su plaza mayor y catedral, su románico, sus parques, sus embalses, sus quesos y patés, su huerta, sus pinchos, sus restaurantes y como no, algunos de sus alojamientos de vanguardia, hacen de la visita a la comarca, unos días super agradables.
Salud.
Me encantan los recorridos que haces a través de post como este. He llegado a este a través de la entrada de hoy, el viaje a Burgos. Yo he vivido muchos años en Burgos, soy fan de la morcilla de allí y de muchas otras cosas de esa hermosa ciudad. Como veo que sabéis apreciar estos manjares, quiero recomendarte que si alguna vez visitas el norte de la provincia de Palencia, pruebes las morcillas de Cornón y las del Cristo de Guardo, exquisitas!! también te diría que probases las que hace mi abuela, pero para eso tendríais que venir a mi pueblo, jeje. Estoy de acuerdo, hay cosas de las que casi no se oye hablar y luego impresionan el doble. Para eso tenemos blogs como el tuyo, para llegar a sitios que de otra forma no conoceríamos. Gracias y un saludo.
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